El value investing es una filosofía de inversión, la más exitosa que ha conocido la historia, que surgió en Estados Unidos durante la Gran Depresión, en los años 30 del pasado siglo. Se trata de detectar compañías que se encuentran infravaloradas por el mercado, pero que muestran un gran potencial de crecimiento a medio o largo plazo. Su valor, por decirlo con otras palabras, es mucho más alto que su precio, una situación que, tarde o temprano, se acaba reflejando en su cotización.
El riesgo de invertir en este tipo de compañías es muy reducido debido al margen de seguridad (diferencia entre el precio y el valor intrínseco) con el que se adquieren sus acciones y, en cambio, precisamente por ese motivo, la posibilidad de lograr una alta rentabilidad es muy elevada. En el value investing, si la moneda sale cara, las ganancias son muy grandes; y si sale cruz, las ganancias son pequeñas. Pero el inversor gana en cualquier caso.
Desde entonces, las grandes leyendas de la inversión como Benjamin Graham, Peter Lynch, Warren Buffett y tantos otros han ido surgiendo, lógicamente, al otro lado del Atlántico. Pero de un tiempo a esta parte, España ha comenzado a abrirse un camino en el mundo del value investing.
Primero, fue el equipo que lideró Francisco García Paramés en Bestinver, que logró entre 1993 y 2014 una rentabilidad media anual del 15,7% frente al 7,8% obtenido por el Índice General de la Bolsa de Madrid (IGBM). Estas cifran suponen una apreciación acumulada del 2.279,2% (lo que supuso multiplicar por 23 su valor liquidativo), frente al 410% marcado por IGBM.
Pero en los últimos años se ha producido, además, una eclosión de fondos value en España: Metagestión, Magallanes, True Value, Valentum, Equam Capital, azValor... Sin ir más lejos, en la clasificación de 2016 que establece Morningstar, los ocho primeros fondos a nivel europeo están gestionados por españoles, la mayoría de ellos convencidos value investors y vinculados al Máster en Value Investing y Teoría del Ciclo de OMMA, la casa de la inversión en valor en España.
Estos gestores han logrado altas rentabilidades en algunos casos y, desde luego, han superado con creces al índice Euro Stoxx, que acumula una caída del 7% en lo que va de año. A la cabeza se encuentran los gestores de azValor, Álvaro Guzmán de Lázaro y Fernando Bernad, con un 15,6% de rentabilidad. A continuación aparece el fondo Crediinvest Sicav International Value, de Credit Andorra, asesorado también por los propios Guzmán de Lázaro y Bernad. En tercera posición, encontramos a la gestora de Alejandro Muñoz y José Antonio Larraz, Equam Capital, con una rentabilidad superior al 9%. Y, en cuarto lugar, nos encontramos con el fondo dirigido por Iván Martín y Blanca Hernández, Magallanes European Equity, con rentabilidades por encima del 4%.
La vorágine, en cualquier caso, no se acaba aquí. El ya citado García Paramés, el gran gurú del value investing, no solo en España sino también en Europa, lanzará su propio fondo, Cobas, a principios de 2017 para corroborar definitivamente que España es una referencia mundial en este paradigma inversor.