El 17 de septiembre, Pablo Iglesias puso como ejemplo en su cuenta de Twitter la gestión de Manuela Carmena con la deuda del Ayuntamiento de Madrid. De hecho, el líder de Podemos denunció que "mientras Carmena reduce deuda en 1.000 millones, Cifuentes la incrementa en 3.000".
Las declaraciones del Sr. Iglesias son propias de quien habla de oídas, sin ningún rigor. De entrada, aunque la gestión de Botella fue nefasta y solamente superada (para mal) por el faraón Gallardón, la Sra. Botella también amortizó mil millones de deuda mientras el pasivo de la Comunidad estaba subiendo. Según la lógica de Iglesias, también debería considerar suficiente la gestión de Botella.
Pero, aunque Iglesias mezcle "churras con merinas", lo cierto es que la amortización de deuda del Ayuntamiento viene marcada por los plazos legales que vencen con los bancos y por la Ley de Estabilidad Presupuestaria. A esto se suma también que Ahora Madrid se ha encontrado con una coyuntura económica positiva que lleva a recaudar 500 millones más de lo previsto. Además, como la gestión de Ahora Madrid es tan mala, no se llegan a ejecutar gastos presupuestados y esto termina derivando en amortizaciones obligatorias de deuda.
En el artículo 32 de la Ley de Estabilidad Presupuestaria leemos que "en el supuesto de que la liquidación presupuestaria se sitúe en superávit, éste se destinará, en el caso del Estado, Comunidades Autónomas, y Corporaciones Locales, a reducir el nivel de endeudamiento neto siempre con el límite del volumen de endeudamiento si éste fuera inferior al importe del superávit a destinar a la reducción de deuda".
En el caso de Ahora Madrid, se amortiza por "ineficacia" y no por "eficacia". Hay muchos ejemplos de gasto social e inversiones municipales que están inicialmente en los presupuestos, pero luego no llegan a ejecutarse por falta de capacidad del autoproclamado "Ayuntamiento del cambio, de la ilusión, del sí se puede".
Por ejemplo, se planteó que se recuperarían zonas verdes en la Finca Vistalegre… pero ahora resulta que el edificio no es municipal. Esto es como si pretendemos construir una piscina en la casa de nuestro vecino y descubrimos tres meses después que el terreno no es nuestro. Incompetencia pura y dura de Ahora Madrid. Este episodio ha frenado una inversión de 200.000 euros y es solo una pequeña muestra de los 60 millones que están en situación similar.
Otro caso interesante es el del "gasto social". En julio, el Ayuntamiento no había desembolsado ni un euro en inmigración, cooperación o planes de barrio. Ahora Madrid no lleva el dinero a esa gente que dice que está tan necesitada, y no lo lleva porque no saben cómo gestionarlo. En conclusión, en vez de a los inmigrantes, gran parte de los fondos irán a Bankia. Es así de crudo.
Si revisamos los datos del Ayuntamiento de la evolución de inversiones ejecutadas, para los últimos ocho años y tomando como referencia el periodo enero-julio, vemos que "el gobierno del cambio" apenas ejecuta sus propios presupuestos y por eso todo se va en amortizaciones de deuda anticipada.
Con estos datos en la mano, si el Ayuntamiento de Madrid fuese una empresa privada, la mayoría de sus gestores serían despedidos. Pero el señor Pablo Iglesias hace todo lo contrario: los vitorea. Y mientras tanto, Ahora Madrid va camino de ser "el gobierno de los bancos"… por incapacidad. A este paso, en tres años nos quitamos toda la deuda, precisamente porque Carmena y su equipo están batiendo los récords de ineficacia.
Miguel Ángel Redondo es concejal del Ayuntamiento de Madrid por Ciudadanos