El Banco de España ha publicado los datos referentes al número de desahucios en 2015. El número total de viviendas habituales que fueron entregadas por impago de hipoteca fue de 36.929, inferior a las 38.402 de 2014 (la cifra ha sido corregida a la baja respecto a la anterior nota informativa de 2014).
Sin embargo, hay que diferenciar entre lo que comúnmente se concibe como desahucio y ésta cifra. Por motivos discutibles, diversas asociaciones y partidos políticos han introducido una determinada imagen de lo que es un desahucio en el imaginario colectivo. Así, hay un grupo muy nutrido de personas que tiende a pensar que al hablar de desahucio se habla de una situación que conlleva la pérdida de la vivienda habitual y que, además, requiere de la intervención policial en el lanzamiento.
Pero los datos arrojan una realidad bien distinta. De esos 36.929 casos de entrega de vivienda, 29.327 fueron viviendas habituales y 7.602 otros inmuebles. El número es menor que el registrado en 2014 en ambos grupos, tras registrar una caída del 2,5% y el 9% interanual, respectivamente. Sin entrar en la importancia o no de cada grupo, pasemos a ver las características concretas de las viviendas habituales entregadas el pasado año.
De las 29.327 entregas de vivienda habitual, 15.500 fueron voluntarias y de éstas 13.193 conllevaron la dación en pago, es decir, que la deuda hipotecaria quedaba cancelada con la entrega de la vivienda. El porcentaje que supuso la dación en pago sobre el total de viviendas habituales entregadas también disminuyó, pasando de un 54% en 2014 a un 45% el pasado año, aunque sigue siendo el escenario más probable de desahucio.
El otro gran grupo dentro de las viviendas habituales lo componen las entregas por vía judicial, que ascendieron a un total de 13.827, casi un 30% más que en 2014. De entre las entregas judiciales, 12.925 (94%) se realizaron con la vivienda vacía y 902 (6%) con el inmueble ocupado. Es evidente, por tanto, que la tradicional imagen que tanto se dedicaron a difundir la mayoría de medios de comunicación en los últimos años de crisis, con la policía desalojando por la fuerza a familias de sus casas, no es representativa del proceso de desahucio.
El Banco de España elabora esta estadística desde 2012, con se puede observar la evolución de cada grupo de entregas, recogida en el siguiente gráfico. El pico de desahucios se produjo en 2013, coincidiendo con el máximo dato de paro, pero la caída desde entonces es de un 13%. Asimismo, también se comprueba que los desahucios por vía judicial de vivienda ocupada encadena caídas ininterrumpidas desde 2012, pasando de 2.405 en 2012 a los 902 de 2015.
Por otro lado, cabe preguntarse cuántas intervenciones realizaron las Fuerzas del orden en lanzamientos judiciales para tratar de ver si se corresponde con la imagen que han intentado transmitir determinados medios y partidos políticos.
Así, en 2015, únicamente se realizaron seis intervenciones en el caso de vivienda habitual y ocho en el caso de otros inmuebles. Estos datos contrastan con las 355 intervenciones que se llevaron a cabo en 2012, pero aún así hay que destacar que en ninguno de los años el porcentaje de intervenciones policiales resultó relevante desde el punto de vista estadístico: alcanzó su nivel máximo en 2012, con el 15%, seguido del 5% en 2013, el 2% en 2014 y apenas un 0,6% en 2015. Si, además, se calculan estos mismos porcentajes sobre el total de entregas de vivienda habitual, el resultado es, simplemente, residual.
Y lo mismo sucede con la entrega judicial de vivienda ocupada, ya que no ha dejado de acumular caídas, hasta pasar del 7% a apenas el 3% del total en 2015. A la vista de estos datos, está claro que la idea de un desahucio con intervención policial y con la familia dentro de la vivienda poco o nada tiene que ver con la realidad de los desahucios. Lo normal es que, tras una negociación con el banco, se produzca una entrega voluntaria con dación en pago, puesto que en ninguno de los años analizados ha representado menos de un 40% de los casos de entrega.
Por último, todo apunta a que el número de desahucios sigue en descenso. Según los datos disponibles del primer trimestre de 2016, las ejecuciones hipotecarias ascendieron a 6.118, un 31,2% menos un año antes.