Una inmobiliaria ubicada en la ciudad canadiense de Vancouver no sabe dónde colocar los lujosos regalos que les envían sus clientes chinos. Alcohol tradicional chino, figuritas de dragones y una edición especial de champagne “alta gama” son algunos de ellos.
El boom inmobiliario lleva ya 10 años en la ciudad de Vancouver y, aunque siempre ha sido una ciudad cara para vivir, los precios de las viviendas han alcanzado un nivel que deja atrás a ciudades como Nueva York, San Francisco o Londres, según Bloomberg.
Unas bajas tasas de interés, el aumento de la inmigración y la llegada de gran cantidad de dinero proveniente de China son los factores que han intensificado esta situación. Hace un año, el 65% de las casas unifamiliares de Vancouver estaban valoradas en casi 700.000 euros. A día de hoy, el porcentaje supera el 90%.
Un aumento de precios insostenible que ha obligado al gobierno a imponer a los inversores extranjeros un pago del 15% adicional sobre el impuesto de transferencia de propiedad. Además, se creará un nuevo impuesto sobre las viviendas vacías. Éstas son algunas de las historias más curiosas del día a día en Vancouver.
El broker del lujo
Debelle es un broker especializado en casas de lujo cuyo precio no baja de los 1,3 millones de euros. Sus clientes, como no podía ser de otra manera, son chinos y multimillonarios. “Es normal que los ricos quieran mover su dinero al extranjero y que lo hagan a través de activos que protejan su capital”, afirma Debelle. “Las personas con las que trato tienen al menos 1.300 millones de euros en su cuenta corriente”, añade.
Vendedor de coches
Caleb Kwok, que dirige un concesionario de coches de lujo, ha tenido que ampliar su horario y aumentar su plantilla en casi un 33%. Tres de sus empleados hablan mandarín. La demanda de coches de lujo ha aumentado junto con la de viviendas. A finales de 2015, había 1.500 coches de alta gama en la ciudad, el doble que en 2009, según British Columbia.
Comprador desesperado
Para Stephanie Goudriaanes, asistente de abogado, y su marido, aprendiz de fontanero, no es un buen momento para comprar una casa. Quieren formar una familia, pero comprar una vivienda es inaccesible. Viven en un apartamento de 11 metros cuadrados y a una hora en coche del centro de la ciudad. “Los hijos se están convirtiendo en un artículos de lujo que solo pueden permitirse los ricos”, afirma Stephanie. Para comprar una vivienda “asequible” se necesitan unos ingresos medios de 44.000 euros anuales y una hipoteca a 25 años con un pago inicial del 25%.
Vendedora millonaria
Linda Todrick, de 68 años, vivió durante 26 años a 45 minutos al sur de la ciudad. Su pareja empezaba a pensar en la jubilación y un agente les dijo que su casa podía tasarse en 1 millón de dólares canadienses. Finalmente, la vendieron por algo más de 1 millón de euros. Su nueva casa, que mide el doble que la antigua y está a 1 hora en Ferry de Vancouver, le ha costado la mitad.