Europa está expectante y con muchos focos que aumentan la incertidumbre al tiempo que ahuyentan a los inversores hacia otros mercados bursátiles. Si el año pasado no fue un demasiado positivo para la bolsa española, pese a las creencias iniciales, 2016 parece que va a ser aún peor. La Bolsa española, concretamente el holding que aglutina los parqués nacionales -Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia- ha negociado en renta variable durante el mes de julio 50.044 millones de euros. Esto supone un 24% menos que el mes anterior, y lo que es sin duda más preocupante, el 48,4% menos que en el mismo mes de 2015.
Descenso en la negociación y también en el volumen de contratación que ha acumulado en los siete primeros meses los 439.821 millones de euros, con una caída del 29% en relación al mismo período del pasado año, según los datos publicados por Bolsas y Mercados Españoles. BME ha explicado que estos datos se enmarcan "dentro de la tónica que se viene manteniendo de bajos volúmenes de negocio bursátil en los mercados europeos",
Un mercado, el europeo, con demasiados frentes abiertos desde el Brexit hasta el contexto de tipos bajos, que está afectando de manera notable a la banca. El sector bancario está de nuevo en el punto de mira como ya sucedió al inicio de la crisis. En esta ocasión, siete años después, los test de estrés de la semana pasada demostraron que el sector está saneado y capitalizado. Sin embargo, la duda es la rentabilidad en este contexto de tipos bajos. De hecho, este lunes las entidades europeas han sufrido fuertes desplomes en bolsa principalmente la banca italiana, la menos valorada en los test de estrés de la Autoridad Bancaria Europea.
En la bolsa española, el volumen de negociación acumulado en el año en el mercado de Derivados también ha disminuido en un 9,3% respecto al mismo periodo del año anterior y se sitúa en 25,6 millones de contratos. Este es un dato destacable porque aglutina productos como futuros y opciones, es decir, operaciones a medio plazo. De este dato se puede extraer, según los expertos consultados, que los inversores tampoco confían en que la situación vaya a mejorar en los próximos meses.
Hugo Ferrer, analista de InBestia considera que en el caso de España el Brexit no es la clave “sino la desidia y el temor de los inversores con la banca que está siendo duramente castigada”. Y, además, por otro lado están las dudas por "los bajos tipos de interés y una percepción de que el ciclo económico global no despega”.
La negociación ha caído en prácticamente todos los productos financieros, según BME. El efectivo acumulado hasta julio en el segmento de Fondos Cotizados (ETF) ha sido de 4.110 millones de euros, un 49,8% inferior al contabilizado en igual periodo del ejercicio anterior. Un descenso que también han notado en la actividad del mercado de warrants y certificados que ha alcanzado hasta julio los 449 millones de euros, un 38,7% menos que en el mismo periodo de 2015.
Una caída en el volumen de negociación que se ha producido en todas las bolsas europeas. En los últimos meses, el contexto de incertidumbre en Europa ha hecho que la gente invierta menos en Bolsa. Este descenso afecta especialmente a inversores institucionales y grandes inversores que se marchan a otros mercados por ejemplo al de divisas o de materias primas. Además, la incertidumbre política en nuestro país ya está pasando factura porque la bolsa española está muy bancarizada, es el sector con más peso en el Ibex 35 y el “que más perjudicado se ve por el riesgo político” según Javier Santacruz, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles.
Hay que tener en cuenta que "la Bolsa española la mueven 6 valores Bancos (BBVA y Santander), Telecos ( Telefonica), Energia (Repsol), Electricas (Iberdrola) e Inditex" y estos sectores "son los mas afectados por la incertidumbre política y a la vez son los que mas condicionan la negociación" del parqué español.