Mariano Rajoy se ha salido con la suya. No habrá multa a España por incumplir con sus compromisos de déficit público. La Comisión Europea ha cancelado este miércoles la multa de hasta 2.000 millones (el 0,2% del PIB) que podría haber impuesto a nuestro país según el procedimiento establecido en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Según informan las agencias con sede en Bruselas, no había consenso dentro del Ejecutivo comunitario acerca de si imponer o no algún tipo de multa a España, aunque sólo fuera simbólica y como forma de sentar un precedente. Esta última posibilidad era la alternativa que defendían algunos de los comisarios, como el vicepresidente de Crecimiento e Inversión, Jyrki Katainen, y el responsable del Euro y Diálogo Social, Valdis Dombrovskis. Al final, sin embargo, se ha impuesto la opción más diplomática (más política) y no habrá reprimenda pública al Gobierno español.
De esta forma, la Comisión no multará a España a pesar de que nuestro país lleva desde 2008 con un déficit público superior al 3% del PIB, el límite que marca el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. No sólo eso, además Bruselas ha decidido dar más margen al Gobierno español para la reducción del déficit futuro. Este año, el objetivo ya no será el 2,8% inicialmente previsto y ni siquiera el 3,6% que el Gobierno ofreció en su última actualización del Programa de Estabilidad 2016-2019 que presentó el pasado mes de abril. Ahora, el nuevo compromiso entre España y la Comisión fija un objetivo de déficit público para este año del 4,6% del PIB, apenas cinco décimas por debajo del 5,1% con el que se cerró 2015.
Las cifras
El déficit del sector público español en los últimos cuatro años ha sido equivalente al 6,77% del PIB en 2012 (cifras siempre sin contar las ayudas a la banca), el 6,62% en 2013, el 5,79% en 2014 y el 5,08% en 2015. En todos los casos, España no sólo estuvo muy por encima de ese 3% del PEC, sino también de los objetivos pactados con Bruselas en cada ejercicio. Por ejemplo, en 2015, a pesar del crecimiento económico, nuestro país cerró el año casi un punto por encima del 4,2% al que el Gobierno se había comprometido con Bruselas. Sin embargo, la Comisión ha decidido aceptar los argumentos de Moncloa, no multar a España y ofrecer un calendario de reducción del déficit más flexible.
En este sentido, el Ejecutivo comunitario ha sido sensible con las peticiones del Gobierno español en funciones, que desde hace semanas ha defendido que no tendría ningún sentido imponer una multa a nuestro país, cuando es el que más crece de la Eurozona. En todas sus declaraciones públicas del último mes, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha asegurado que no iba a haber sanción y que era lógico que así fuera. "El sentido común dice que no va a haber multa para España", defendía hace unos días, durante la reunión del G-20 en China, al mismo tiempo que aseguraba que contaba con el apoyo de sus homólogos alemán, francés e italiano. Se intuye que el respaldo del Gobierno alemán ha sido decisivo en el acuerdo que ha alcanzado la Comisión.
Por otro lado, la Comisión Europea también ha acordado dar dos años más a España para que rebaje el déficit por debajo de ese 3% que establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. La nueva senda de reducción del déficit obligará al Gobierno a situar los números rojos de las administraciones en el 4,6% del PIB en 2016, en el 3,1% en 2017 y en el 2,2% en 2018. Hasta hace unos meses, el objetivo oficial era que España bajase del 3% este mismo año (se suponía que debíamos cerrar el ejercicio en el 2,8%); luego, se retrasó hasta 2017. Y ahora será 2018 la nueva fecha. La pregunta está clara: después de tantos incumplimientos, ¿es realista suponer que España va a bajar el equivalente a casi dos puntos y medio del PIB de déficit entre 2016 y 2018?
Por último, en lo que hace referencia al ajuste estructural, la Comisión exige a España un ajuste del 0,5% en 2017 y un 0,5% en 2018: algo más de 10.000 millones de euros a lo largo de estos dos ejercicios.