La Comisión Europea ha dictaminado esta semana que España "no tomó medidas efectivas para reducir el déficit", lo que abre la puerta a una posible multa por el incumplimiento de los objetivos presupuestarios pactados con Bruselas. Este 2015, los supervisores europeos esperaban que España cerrase el ejercicio fiscal con un desfase inferior al 3% del PIB, lo que hubiese situado a nuestro país por debajo del umbral máximo de déficit que permiten las reglas comunitarias. Sin embargo, el desvío ha alcanzado el 5,1%.
Si el procedimiento de deliberación que ahora se abre termina mal para los intereses del gobierno de Mariano Rajoy, España podría sufrir una multa de hasta 2.200 millones de euros, así como una suspensión de los fondos estructurales asignados por la Unión Europea a nuestro país. Al respecto, los técnicos de la Comisión Europea han enviado señales equívocas, afirmando en ocasiones que es preciso "aplicar la disciplina fiscal" pero apuntando también que "hay que tener en cuenta los esfuerzos que ha hecho España".
El caso es que, desde 1999 hasta 2015, los incumplimientos de los objetivos de déficit no han sido precisamente esporádicos. Al contrario, según los estudios del centro alemán CESIFO, 25 de los 28 los países de la Unión Europea han cerrado al menos un ejercicio con un déficit superior al 3% del PIB fijado desde Bruselas. En total, se han registrado 165 incumplimientos presupuestarios a lo largo de tres lustros. Solamente Estonia, Luxemburgo y Suecia han evitado superar el déficit del 3% del PIB.
Algunos de estos desfases han sido permitidos por la UE al entenderse que el encaje fiscal era especialmente complejo en escenarios de crisis y recesión. Haciendo esta corrección vemos que el número total de faltas se reduce de 165 a 114 casos. Además, según este criterio, Finlandia y Dinamarca también entran el grupo de países que nunca ha incumplido el objetivo de déficit.
La campeona de los incumplimientos ha sido Francia, con un total de 11. El país galo superó el déficit del 3% del PIB en los años 2002, 2003, 2004, 2005, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015. También lo hizo en 2009, pero Bruselas entendió que el escenario de crisis y recesión permitía pasar por alto aquel episodio. En segundo lugar aparecen Grecia, Portugal y Polonia, que se anotan una decena de incumplimientos. Reino Unido, con 9, e Italia, con 8, figuran en las siguientes posiciones de la tabla.
Reformas de éxito en Italia y Alemania
El caso de Italia es notable, porque sus incumplimientos fueron casi sucesivos hasta hace un lustro: 2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 2006, 2010 y 2011. Sin embargo, entre 2012 y 2015 no se han dado nuevas faltas en el país transalpino, que parece haber dejado atrás los días del incumplimiento reiterado.
Otro ejemplo de reforma presupuestaria exitosa es Alemania, que violó las normas europeas en 2001, 2002, 2004 y 2005. Sin embargo, entre 2006 y 2015 solamente ha fallado en una ocasión: el año 2010. Salvando dicha excepción, el presupuesto federal se ha situado siempre en un escenario de cumplimiento con las normas fijadas por Bruselas.
España suma cuatro faltas
España ha cometido ocho faltas presupuestarias entre 1999 y 2015, pero la Comisión Europea aceptó que las de 2009, 2011, 2012 y 2013 estaban permitidas por la crisis y la recesión. Sin embargo, en 2008 y 2010, con el PSOE en el gobierno, y en 2014 y 2015, con el PP en La Moncloa, Bruselas ha determinado que España había faltado a sus compromisos fiscales.