El empresario Juan Miguel Villar Mir presidió el martes 21 de junio su última junta de accionistas como presidente de la constructora OHL, cuyo embrión, Obrascón, compró en 1987 a Altos Hornos de Vizcaya. Durante una hora, Villar Mir, que en septiembre cumplirá 85 años, expuso las vicisitudes de la empresa en 2015, y lo hizo de pie y sin leer un papel, en el auditorio de la Mutua Madrileña, en el Paseo de la Castellana. Varias veces se declaró "profundamente avergonzado" por los datos presentados a los accionistas y las decisiones tomadas, como la rebaja del dividendo.
Junto a él se encontraba su hijo, Juan Miguel Villar Mir de Fuentes, al que cede la presidencia de OHL en lo que queda de año, y en segunda fila, y en silencio durante toda la junta, Javier López Madrid, consejero de OHL desde 1992 y casado con su hija Silvia Villar Mir de Fuentes en 1990, que también es consejera de la constructora, desde 2008.
El financiero López Madrid se dio a conocer entre el gran público debido a varios escándalos. En 2008 se le nombró miembro del consejo de administración de Caja Madrid y se le atribuyó una tarjeta opaca de la entidad. La reina Letizia, entonces princesa de Asturias, le envió mensajes de apoyo. López Madrid es amigo desde la infancia de Felipe VI. También le está investigando la Audiencia Nacional por sospecha de haber pagado sobornos al PP de Madrid dentro de la llamada Trama Púnica. Por último, la dermatóloga Elisa Pinto le denunció por haber tratado de matarla mediante sicarios en un asunto sexual.
Sobre los datos positivos de OHL en 2015, Villar Mir, ennoblecido por Juan Carlos I en 2011 con el título de marqués, citó la subida del tráfico en sus autopistas (México, España y Brasil), el aumento de su cartera de pedidos, el éxito de la ampliación de capital de casi 1.000 millones de euros, la reducción de la deuda de OHL y la solución de las acusaciones sobre la falsedad de sus cuentas en México. Subrayó que el grupo, del que la empresa familiar de los Villar Mir controla más de la mitad del capital, es de los que menos deuda tiene en el sector de la construcción en todo el mundo: 4.007 millones de € de deuda neta y sólo 379 millones de deuda neta con recurso.
Como puntos negativos, en el ejercicio pasado la cotización perdió casi un 60% de valor, de los 11,174 € con que comenzó el ejercicio a los 5,270 € a los que cerró; el beneficio neto atribuible fue de 56 millones de € (en 2014 fue de sólo 23,2 millones); y el consejo anunció la reducción del dividendo para 2016 en un 86%, de 0,3513 € a 0,0465 €.
En el turno de preguntas de los accionistas, algunos le reprocharon la mala gestión de la empresa en los últimos años (el 20 de junio de 2014, la acción cerró a 19,5 euros y hoy cerró a 4,1 €). Villar Mir repitió varias veces que la cotización está "absurdamente" baja y dijo que a sus amigos les aconseja que compren acciones de OHL. También dijo que está convencido de que la acción estará entre 9 y 10 € antes de que acabe el año. Por último, repitió que le daba "vergüenza bajar el dividendo", pero, añadió como justificación, "tengo que decirles la verdad a los accionistas".
Y se despidió pidiendo a los presentes que comprendieran su ánimo, puesto que él, como había dicho en otro momento, había sacado dos cátedras de la escuela de ingenieros, que había tenido tantos éxitos (desempeñó la vicepresidencia para asuntos Económicos en el primer Gobierno del rey Juan Carlos, después de la muerte del general Franco) y que no había vendido ni una de las empresas que había comprado. La mayoría de los accionistas presentes, así como numerosos directivos de OHL y del Grupo Villar Mir, aplaudieron cuando el padre y el hijo se abrazaron al final de la junta. También aplaudió López Madrid.