Muchos de los 177 economistas que manifestaron el lunes su apoyo a la candidatura de Unidos Podemos forman parte del grupo que en su día respaldaron al Gobierno de Syriza en Grecia tras llegar al poder.
En febrero de 2015, un total de 300 economistas y expertos universitarios de todo el mundo firmaron un manifiesto en el que instaban a gobiernos europeos e instituciones internacionales a emprender negociaciones "de buena fe" con el Ejecutivo de Alexis Tsipras heleno para resolver la cuestión de la deuda. "Llamamos a los Gobiernos de Europa, a la Comisión Europea, al Banco Central Europeo y al Fondo Monetario Internacional a respetar la decisión del pueblo griego de elegir una nueva vía", indicaba el texto.
El manifiesto, titulado "Estamos con Grecia y con Europa", estaba respaldado por expertos de las Universidades de Cambridge (Tony Lawson), Columbia (Stephany Griffith-Jones), California (Clair Brown) o Complutense (Alfonso Palacio), o de la Escuela francesa de Estudios Superiores en Ciencias Sociales (Jacques Sapir).
El texto en cuestión, que incluye medidas muy similares a las que proponen en el manifiesto de apoyo a Podemos, señalaba lo siguiente:
Hacemos un llamado a los gobiernos de Europa, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI a respetar la decisión del pueblo griego a elegir un nuevo camino y entrar en negociaciones de buena fe con el nuevo gobierno griego para resolver el problema la deuda.
El gobierno griego tiene razón al argumentar que un gran cambio es necesario porque las políticas aplicadas hasta ahora son un completo fracaso. Ni han traído la recuperación económica ni la estabilidad financiera o puestos de trabajo, ni siquiera la inversión extranjera directa. Han dañado la sociedad griega y debilitado sus instituciones. El enfoque fue simplemente malo y no permitió ningún progreso que valga la pena preservar. Pedimos a los socios europeos que reconozcan esta realidad que está en el origen de la elección del nuevo gobierno griego.
Grecia necesita medidas inmediatas humanitarias, un salario mínimo más alto, creación de empleo, inversión y medidas para restablecer y mejorar servicios básicos como la salud y la educación. Debe dotarse de un sistema más sólido y progresivo de impuestos, menos basado en el IVA y más capaz de gravar la renta y la riqueza. El nuevo gobierno también debe luchar, sancionar y erradicar la corrupción. Para llevar a cabo estas políticas y darles tiempo para demostrar su eficacia, los márgenes presupuestarios son necesarios. Mientras tanto, el país necesita la refinanciación del Banco Central Europeo para estabilizar su sistema bancario. Pedimos a las autoridades europeas y a los gobiernos que den Grecia los márgenes presupuestarios que necesitan y aseguren su refinanciación.
El gobierno griego tiene derecho a exigir una quita de su deuda a los socios europeos. Esta deuda es insostenible e imposible de reembolsar, suceda lo que suceda. Por tanto, no hay pérdida económica para los demás países y sus contribuyentes. En cambio, un nuevo comienzo para Grecia estimulará la actividad, aumentará los ingresos y creará puestos de trabajo, beneficiando por tanto a los países vecinos. Instamos a los acreedores de Grecia a que aprovechen esta oportunidad y expongan estos hechos claramente y honestamente a la opinión pública.
Lo que está en juego no es sólo el destino de Grecia, sino el futuro de Europa en su conjunto. Una política de amenazas, ultimátums, obstinación y chantaje significa para todos un fracaso moral, político y económico del proyecto europeo. Instamos a los líderes europeos a rechazar y condenar todos los intentos de intimidación y coacción del gobierno y el pueblo de Grecia.
Por el contrario , el éxito de Grecia puede significar una ruta hacia la prosperidad y la estabilidad en Europa. Esto permitiría una renovación de la democracia y abrir el juego electoral a otros cambios positivos. Estamos con Grecia y Europa, por la democracia y el cambio. Los líderes europeos deben reconocer la elección democrática fundamental d el pueblo griego, hecha en circunstancias extremadamente difíciles, para valorar de forma realista la situación y entablar sin demora el camino una negociación razonable.
Corralito, rescate y más crisis
El resultado del órdago lanzado por Tsipras al resto de sus socios comunitarios acabó, sin embargo, en tragedia. Muchos analistas y políticos señalaban entonces que Grecia no podía ir a peor, pero fue a peor. Tras apenas seis meses en el poder, Grecia acabó imponiendo el corralito bancario, cayó de nuevo en la recesión y tuvo que aceptar un rescate con medidas todavía más duras que el anterior programa de asistencia para evitar la salida del euro.
La economía griega se hundió con Syriza justo cuando empezaba a dar signos de recuperación. La nefasta gestión de Tsipras y la errónea estrategia seguida por su exministro de Finanzas Yanis Varoufakis le costó a los griegos el equivalente "al 25% del PIB" y una nueva recesión de la que todavía no está claro cuándo saldrá. Asumiendo un PIB de 176.000 millones de euros, el coste para cada uno de los casi 11 millones de griegos ascendería a unos 4.000 euros por barba (16.000 euros para un hogar con cuatro miembros). En el siguiente gráfico puede verse la evolución de la confianza empresarial en Grecia y la Eurozona durante el pasado año.