"Commerzbank podría estar estudiando la posibilidad de almacenar dinero en grandes cantidades en bóvedas acorazadas en lugar de dejarlo en el BCE donde como saben ahora cuesta el 0,40%. Por eso el BCE no quiere billetes de 500, para que los bancos no le jueguen a la contra almacenando dinero físico. Pero al final lo harán igual, simplemente necesitarán más espacio. Todo esto sigue pareciendo un desmadre, no va a terminar bien", afirma el analista bursátil José Luis Cárpatos.
El banco alemán Commerzbank, que tuvo que recibir asistencia pública durante la crisis financiera y en el que el Gobierno germano conserva una participación en torno al 17%, estaría evaluando la posibilidad de atesorar miles de millones de euros en bóvedas en vez de pagar una penalización por depositarlo en el Banco Central Europeo (BCE), según indicaron a Reuters fuentes conocedoras de la situación.
Aunque aún no se ha tomado ninguna decisión, la entidad habría mantenido consultas al respecto con las autoridades de Alemania, indicaron dos funcionarios bajo la condición de no ser identificados. No obstante, un portavoz de Commerzbank aclaró que la entidad no está almacenando dinero "por el momento", aunque declinó comentar si podría planteárselo en el futuro.
Una decisión en este sentido por parte de una entidad parcialmente controlada por el Estado representaría una de las protestas más sustanciales hasta la fecha contra la política de tipos ultra bajos aplicada por el BCE, que ha sido muy criticada en Alemania, incluyendo al ministro germano de Finanzas, Wolfgang Schaeuble.
En caso de acumular dinero en efectivo en sus bóvedas de forma significativa, Commerzbank sería el primer gran banco europeo en adoptar una medida similar y si otros prestamistas decidieran seguir el ejemplo de la entidad germana podría reducir la eficacia de la tasa impuesta a los depósitos por el BCE.
El instituto emisor impone una tasa negativa del 0,40% al dinero aparcado en la facilidad de depósito del banco central, lo que equivale a un cargo de 4 euros al año por cada 1.000 euros con vistas a estimular la concesión de préstamos por parte de las entidades, que se quejan de las pocas opciones de que disponen ante la debilidad de la demanda de crédito como consecuencia de la flojas perspectivas de crecimiento para la economía.
No obstante, en caso de llegar a aplicarse, la decisión no estaría exenta de costes para la entidad, incluyendo la necesidad de contratar seguros de incendio y robo. En este sentido, la alemana Ergo y otras aseguradoras europeas confirmaron que han recibido un creciente número de preguntas sobre esta cuestión.
Asimismo, la hipótesis de atesorar dinero físico representa también un desafío logístico, ya que almacenar 2.000 millones de euros en billetes de 200 euros equivaldría a una pila de dinero de casi 11 toneladas de peso. De hecho, el coste de trasladar sumas semejantes en vehículos de seguridad llevó a una entidad regional alemana a descartar la posibilidad de acumular dinero en efectivo.