Besos, muchos besos, pero ningún acuerdo. Así concluyó el segundo encuentro entre Ana Pastor [Ministerio de Fomento], Cristina Cifuentes [Comunidad de Madrid] y Manuela Carmena [Ayuntamiento de Madrid], y en el que también participó el presidente del BBVA, Francisco González, el cuarto implicado en la conocida, hasta ahora, como Operación Chamartín.
Las tres dirigentes políticas se mostraron muy afectuosas tras la reunión y durante la rueda de prensa que ofrecieron al término de la misma; formas que contrastaron con el fondo que emplearon para rechazar los planteamientos contrarios. Cada cual sigue enrocado en sus posturas y, aunque avanzaron diálogo, no se vislumbra una solución a corto plazo.
Por un lado están Fomento, Comunidad de Madrid y el BBVA – el promotor privado que tiene cedidos la mayor parte de los terrenos y que ya contaba con el visto bueno de todas las administraciones para llevar a cabo su plan, que ahora ha sido enterrado- y por otro, el Consistorio, que sigue defendiendo su "embrionario" proyecto a capa y espada en la más absoluta soledad.
"Me voy con cierta frustración porque el Ayuntamiento, unilateralmente, ha decidido rechazar un proyecto que había tardado casi veinte años en poderse consensuar. Lo que se presenta es un proyecto que no tiene cobertura jurídica ni legal porque no es acorde al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)", comenzó diciendo Cifuentes, en presencia de la alcaldesa y su concejal de Urbanismo, José Manuel Calvo.
La presidenta de la Comunidad de Madrid pasó a relatar después algunas de las deficiencias que contiene el documento presentado por el equipo de gobierno municipal en relación con el anterior proyecto: "Menos infraestructuras de transporte; menos zonas verdes; menos viviendas, también menos viviendas protegidas; menos soterramiento de las vías; no se podrán crear 120.000 puestos de trabajo…". El chorreo de datos para Carmena y Calvo era desolador.
Y lanzó otro más en forma de advertencia: "Plantear un proyecto de esta magnitud es inviable de realizar esta legislatura. Se tardaría entre tres años y medio y cuatro en ponerlo en marcha". Cifuentes subrayó también que no conoce "las razones reales" por las cuales se decidió paralizar el proyecto Distrito Castellana Norte. "Tiene que ver con prejuicios ideológicos", señaló. No obstante, la presidenta madrileña incidió también en que la obligación de las administraciones es reunirse "todas las veces que sean necesarias" para "tratar de llegar a puntos de acuerdo". Es más, afirmó que desde la Comunidad de Madrid están "dispuestos a ceder" para conseguir esos puntos de acuerdo.
A continuación tomó la palabra la alcaldesa, que comenzó señalando que el resto de actores implicado le habían pedido que revocara "la decisión del Pleno. Jurídicamente esto no es posible", aseguró Carmena, que ejemplificó: "Pedían que el tiempo no hubiera pasado". Eso sí, en contra de lo declarado por Cifuentes, la regidora sigue manteniendo que su plan puede empezar a ponerse en marcha a finales de 2017. Además, considera que esto se puede realizar sin tener que modificar completamente el PGOU. Después, en una nota de prensa el Consistorio incidió en esta idea: "El Ayuntamiento de Madrid tiene previsto comenzar el año que viene las obras para mejorar el Nudo Norte, estimadas en un monto total de 110 millones de euros, para lo cual ya se ha reservado la partida presupuestaria correspondiente".
En cuanto al operador privado, la primera edil lamentó que siga anclado en la "melancolía" y le invitó a "sentarse y hablar".
"Lo que hay que hacer es resistir"
La última en intervenir fue la ministra en funciones. "En la vida pública lo que hay que hacer es resistir porque, si hay razones, la gente entrará en razón", dijo Ana Pastor, que fue muy crítica con el Ejecutivo local. "Se ha derogado de forma unilateral un gran proyecto" y lo que hay ahora "no es un plan sino un documento" de unas 20 páginas. Pastor explicó que durante la reunión preguntó hasta "tres veces" a la regidora y su concejal de Urbanismo por qué tomaron esa decisión. Y le contestaron dando tres razones: "Por un tema de plazos [a lo que Pastor respondió que el anterior proyecto podía haberse puesto en marcha en una semana pues ya había superado todos los trámites necesarios], por el modelo de gestión [la ministra aludió entonces a que el documento del Ayuntamiento va "en contra del PGOU"] y por el modelo de ciudad ['cada uno tenemos una responsabilidad y la mía es el modelo ferroviario']".
Ana Pastor, casi a modo de súplica, pidió que "por favor valoren de qué manera se puede llevar a cabo. Será mejor modificar aspectos de ese plan que empezar de cero", señaló nuevamente en referencia a los plazos. "No me voy a cansar, voy a aguantar", insistió, porque "todos los madrileños tienen [la posibilidad de tener] un gran plan que no les va a costar un euro". Sobre esto, añadió que con el plan "de Carmena sí van a tener que poner de su bolsillo", que será "vía impuestos", avisó.
La ministra, al igual que hicieron la alcaldesa y la presidenta antes, puso también en valor la vía del diálogo. De hecho, no descartó una nueva reunión antes de las elecciones generales.
DCN no descarta "ninguna alternativa"
El único que no ofreció declaraciones a los medios tras el encuentro fue Francisco González. No obstante, fuentes de DCN señalaron después que su "plan sigue encima de la mesa porque cuenta con más ventajas para los vecinos, como es el caso de las infraestructuras, que serán a coste cero para los ciudadanos, evitando así el pago a través de impuestos". El inversor privado pone en valor que su proyecto es de "primera línea, redactado por el ganador del premio Pritzker de arquitectura Richard Rogers, para el Norte de Madrid por encargo de DCN".
Sí afean al Consistorio que aún no les ha "notificado" las razones "en las que se ha basado la denegación" de su plan. Así, una vez que reciban dicha notificación, analizarán "las opciones disponibles, sin descartar ninguna alternativa en defensa de sus intereses", avisan.