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La pobreza registra en 2015 la mayor caída de la crisis

La tasa de carencia material severa, que es la única que sirve para aproximarse a la definición real de pobreza, baja un 10%, desde el 7,1% al 6,4%.

La tasa de carencia material severa, que es la única que sirve para aproximarse a la definición real de pobreza, baja un 10%, desde el 7,1% al 6,4%.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó el pasado martes la Encuesta de Condiciones de Vida, y, como ya viene siendo tradición, numerosos medios se hicieron eco de los datos relativos a la pobreza acompañando la información con fotografías de personas sin techo e incluso rebuscando comida en los contenedores de basura.

El problema, sin embargo, es que este tipo de artículos se centran únicamente en el "riesgo de pobreza", uno de los tres componentes del "Indicador de Riesgo de pobreza y exclusión social", haciéndolo pasar por pobreza cuando, en realidad, dista mucho de serlo. La variable que mejor refleja este problema es la tasa de "carencia material severa".

Partiendo de esta base, empecemos por ver cómo ha variado la pobreza real en España y por CCAA a lo largo del último año. En términos nacionales, la pobreza ha caído un 10% con respecto a 2014, pasando del 7,1% al 6,4% de la población. Se trata de la mayor caída de la crisis, superior a la registrada en 2011, cuando este indicador bajó un 8%, del 4,9% al 4,5%.

Igualmente, baja en la mayoría de las autonomías, especialmente en la Comunidad Valenciana (-41%), aunque sube levemente en Madrid, Cataluña y Navarra. Los casos más drásticos de aumento de la pobreza se dan en Canarias (+72%) y en Ceuta y Melilla.

De este modo, en ningún caso se puede concluir que el problema de la pobreza permanece invariable respecto a 2014, tal y como algunos han intentado transmitir, ya que la pobreza real -no el "riesgo de pobreza"- ha bajado de forma significativa el pasado año.

En este sentido, recordemos que la definición estadística de pobreza, medida como tasa de carencia material severa, consiste en la existencia de al menos cuatro de estos nueve conceptos en las personas encuestadas:

  1. No puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año
  2. No puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días
  3. No puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada
  4. No tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos
  5. Ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad...) o en compras a plazos en los últimos 12 meses
  6. No puede permitirse disponer de un automóvil
  7. No puede permitirse disponer de un teléfono
  8. No puede permitirse disponer de un televisor en color
  9. No puede permitirse disponer de una lavadora

Sabiendo esto, hay quien podría decir que este indicador ha bajado mientras aumentaba el número de personas que sufría la privación de los conceptos más relacionados con la pobreza extrema (2,3,5). Pero los datos ofrecidos por el INE corroboran que el número de personas que sufre privación de cada uno de los conceptos expuestos también ha descendido en 2015.

Malnutrición

Empezaremos por el más grave (la incapacidad para permitirse comer un plato de carne, pollo o pescado al menos cada dos días), dato asociado a las habituales fotografías de gente buscando comida en la basura. Pues bien, a nivel nacional, tan sólo un 2,6% de la población no pudo permitirse este gasto en 2015 frente al 3,3% de 2014, lo cual implica una caída del 18,2% en el último año.

A nivel autonómico, también descendió en la mayoría de CCAA y solo se registran aumentos en Canarias, Aragón, Asturias y Castilla La Mancha, aunque de manera muy leve en ésta última, siendo Canarias la región con mayor porcentaje de población incapaz de afrontar dicho gasto, casi un 12%.

Pese a que estas cifras distan mucho del conocido dato de 22,1% de personas en riesgo de pobreza en 2015 que normalmente acompañan a las imágenes de personas más desfavorecidas, es bueno hacer un inciso en este concepto descomponiéndolo también por edades.

Todos recordamos a miembros de Podemos y candidaturas de la formación morada advertir de la alarmante existencia de "niños malnutridos" en España, con lo que no está de más analizar la incidencia de este concepto (comer carne, pollo o pescado cada dos días) entre los menores de 16 años, ya que, si bien no sirve para reflejar desnutrición, desde luego mantiene una alta correlación con él.

La cuestión es que los menores de 16 años que no pueden hacer frente a este gasto básico bajaron casi un 25% en 2015, desde un 4,2% a un 3,2% de este rango de población, lo que supone una reducción más que considerable, aunque algunos parecen tener intención de ocultar ahora tras hablar de ello durante años.

Pobreza energética

Pasemos ahora a comentar la evolución del tercer concepto citado (incapacidad de mantener la vivienda a una temperatura adecuada todo el año), lo cual está muy ligado al debate sobre la "pobreza energética", que se ha llegado a usar incluso como excusa para nacionalizar el sector energético por parte de algunos partidos como Podemos.

En numerosos mítines se ha escuchado a más de un político despotricar contra las compañías que cortan el gas en invierno a las familias sin recursos. Pues bien, ¿aumentaron las personas en esta situación el pasado año? Si atentemos al resultado nacional, la respuesta es un rotundo no: este indicador de pobreza bajó un 4,5% respecto a 2014, pasando de un 11,1% a un 10,6% de la población.

Por comunidades autónomas, el resultado aumenta en 2015 en ambas Castillas, Aragón, Extremadura, Madrid, Canarias, Navarra y País Vasco, además de en Ceuta y Melilla, aunque las mayores variaciones se dan a la baja en Andalucía, Comunidad Valenciana y Murcia, lo que, sumado al resto de comunidades en los que el dato desciende, arroja una ligera caída a nivel nacional.

Desahucios

El concepto número cinco (retrasos en los pagos relacionados con la vivienda) también tiene que ver con la pobreza energética, pero, aún más con otro tema muy candente del panorama político, como son los desahucios, ya que refleja las dificultades para afrontar las facturas de alquiler e hipoteca. Así pues, cuanto más caiga este indicador, más se reducirán los desahucios por impago.

En términos nacionales, las personas con retrasos en estos pagos también bajó un 6% el pasado año, pasando de un 11,7% a un 11% de la población. La mayor reducción la encontramos de nuevo en la Comunidad Valenciana y el mayor aumento en Ceuta.

Pobreza laboral

Por otro lado, los datos del INE permiten analizar la veracidad de otra frase ampliamente repetida en los últimos tiempos: "Tener trabajo ya no te garantiza salir de la pobreza". En tal caso, y sabiendo ya que la pobreza real no se mide mediante la "tasa de riesgo", sino con la "tasa de carencia material severa", echemos un vistazo a cómo se ha comportado esta última entre los ocupados.

La pobreza laboral descendió un 7,5% en 2015, lo que demuestra que esa frase carece de fundamento más allá de un intento por obtener rédito político de hechos que, sencillamente, no ocurren. Aún así, podría plantearse que los trabajadores que carecen de menos conceptos han aumentado, pero, si atentemos de nuevo a los datos, vemos que tanto en carencia de tres como de dos conceptos, las tasas también bajan durante 2015.

Dificulad para llegar a fin de mes

Por último, hay quien puede pensar que, aunque efectivamente el "riesgo de pobreza" no muestra cuantos españoles entraron o salieron de la pobreza en 2015, la tasa de carencia material severa tampoco lo hace adecuadamente. De ahí que pueda resultar útil mostrar el porcentaje de personas que llegan con mucha dificultad a fin de mes, por si todavía quedan escépticos que piensan que no se han dado datos suficientes para afirmar que la pobreza bajó en España durante 2015.

Según el INE, la población en esta situación descendió un 15% el pasado año, tras bajar del 17,5% al 14,8%. Este indicador cae especialmente en Galicia y Andalucía, situándose el único gran aumento en Canarias y, en menor medida, Asturias y Melilla.

Resumiendo, los datos de pobreza de 2015 no solo reflejan un descenso muy importante de las personas en situación de pobreza real en España, sino que, además, desmontan muchos de los mitos y dogmas que ha difundido la izquierda en los últimos tiempos y que no están dispuestos a abandonar así como así, razón por la cual tratan con tanto ahínco hacer pasar el dato de riesgo de pobreza como pobreza real, cuando no lo es. Los datos son los datos: España no sólo no se empobreció en 2015, sino que muchas personas desfavorecidas lograron salir de ese trágico pozo.

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