El presidente de BBVA, Francisco González, ha reconocido este martes que los bajos tipos de interés prácticamente negativos imperantes en la Unión Europea "están matando" el negocio bancario, y ha apuntado al impacto del cambio tecnológico como uno de los principales desafíos del sector.
Durante su participación en el encuentro de primavera del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), González se ha referido al entorno macroeconómico y político en Europa, que tras la caída de bloque soviético no ha evolucionado como cabía esperar. En su opinión, a Estados Unidos le ha faltado cierta capacidad de liderazgo, y su política exterior ha sido menos "asertiva" de lo esperado, lo que ha repercutido en países como Rusia o China.
Y esto ha situado a Europa, "que carece "de agenda política como tal", pese a tener problemas en Oriente Medio o en África, y que no ha gestionado bien problemas como la inmigración, "en una especie de trampa de la que no puede salir", salvo que encuentro la manera de poner en marcha una mayor integración política.
La unión monetaria, ha explicado González, se creó como una unión bancaria, pero sin mecanismos de coordinación de las reformas políticas necesarias, y esto en un momento como el actual de crecimiento económico bajo dificulta la armonización. El presidente de BBVA cree que "hay margen para llevar a cabo más reformas", aunque será difícil porque "ahí están los políticos, que deben coordinarse, siempre y cuando Alemania" se muestre favorable.
Desde el punto de vista de la regulación, aunque se han abordado cuestiones como los requisitos de capital de las entidades financieras o las ratios de liquidez, hay todavía muchos temas pendientes "que es preciso discutir" y que van a afectar al sistema financiero.
Por su parte, la presidenta del Santander, Ana Botín, también presente en el foro, ha pedido que se implanten lo antes posible las nuevas normas de capital para acabar con la incertidumbre que está penalizando a la banca europea. El Santander tiene capital suficiente, y cumple los requisitos en cuanto a reparto de dividendos y en todo lo demás, pero "las valoraciones no están donde deberían estar", lamentó.
El reto tecnológico
Por lo que respecta a los retos a los que se enfrenta el sector, González ha destacado el impacto de la tecnología, ya que "no se puede olvidar que los bancos trabajan con información" y, aunque teóricamente es muy fácil transformar el sistema financiero, ahora hay "modelos nuevos y nuevos actores", y elementos como la "nube", la analítica de datos, el big data, "el internet de las cosas", en definitiva.
Todo esto altera las reglas del juego, y el sistema bancario tiene que entender muy bien estos retos para, "gradualmente, ir cambiando su modelo de negocio y tener más eficiencia y más atención al cliente". BBVA, ha recordado González, lleva nueve años en el proceso, un recorrido que ha reconocido el presidente de HSBC, Douglas Flint, que ha señalado que "todos hemos aprendido mucho de la entidad española".
González ha explicado que "igual que un Ferrari, que es el mejor coche del mundo, no vale nada sin buenas carreteras y buenos ingenieros", el banco se dio cuenta hace casi una década de que debía actualizar su estructura de gestión, y para ello comenzó a situar en puestos relevantes a aquellos familiarizados no sólo con la banca convencional sino con las nuevas tecnologías.
Botín, por su parte, cree que los nuevos actores "fintech" no serán competencia para la banca tradicional siempre y cuando ésta logre desarrollar los productos que requiere la clientela de hoy en día con suficiente flexibilidad y cumpliendo con los supervisores. "No es fácil", reconoció, pero "creo que si lo hacemos bien, llegaremos a esa masa crítica de clientes y generaremos confianza.
Los bancos, ha señalado Botín, "hemos cambiado nuestra cultura y nuestra forma de hacer negocios", potenciando las relaciones personales que, en el caso del Santander, supone que diariamente "hay más de 100.000 personas hablando con los clientes", porque "las personas quieren ver personas".