Mariano Rajoy es capaz de defender una cosa y la contraria en función del contexto. El presidente del Gobierno en funciones ha manifestado en diversas ocasiones que el tiempo de los ajustes presupuestarios ha llegado a su fin, pero el incumplimiento del objetivo de déficit en 2015 (5,1% del PIB frente al 4,2% previsto) y la nueva prórroga concedida por Bruselas podrían implicar nuevas medidas presupuestarias en forma de recortes de gasto o subidas de impuestos.
Al menos esto es lo que se desprende de la carta remitida el pasado 5 de mayo por Rajoy al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker. En la citada misiva, se compromete a adoptar las medidas necesarias para cumplir con el déficit público en 2016 si renueva cargo tras las elecciones generales del próximo 26 de junio,
"Conscientes de la necesidad de salir del procedimiento de déficit excesivo cuanto antes, en la segunda mitad del año, una vez haya nuevo gobierno, estamos dispuestos a adoptar nuevas medidas, si se requieren, para cumplir con ese objetivo", asegura la carta publicada este lunes por El País.
El resto del documento es un listado de datos y argumentos para hacer valer ante las instituciones comunitarias los esfuerzos realizados por España para impulsar la recuperación y reducir el déficit, con el objetivo de lograr una nueva prórroga sobre el cumplimiento de los objetivos presupuestarios, evitando de paso la multa correspondiente por el desvío del déficit.
Por el momento, ha surtido efecto. Por un lado, la Comisión Europea ha pospuesto la decisión sobre la posible multa hasta después de las elecciones generales, y, por otro, ha suavizado, una vez más, el objetivo de déficit, tras fijarlo en el 3,6% para 2016 y en el 2,5% para 2017. Sin embargo, Bruselas exige a cambio que el Gobierno adopte "medidas estructurales necesarias" para recortar el agujero fiscal por valor de unos 8.000 millones de euros en dos años (unos 2.500 millones este ejercicio y otros 5.500 millones el siguiente).
A este respecto, el Gobierno en funciones alega que el ajuste ya se puede dar por hecho este año con el acuerdo de no disponibilidad de créditos aprobado recientemente por el Consejo de Ministros, próximo a 2.000 millones de euros.
Para 2017, el Ejecutivo avanza que otros 2.000 millones también estarán cubiertos al prolongarse el acuerdo de no disponibilidad, mientras que los otros 3.500 millones podrían alcanzarse mediante el aumento de la recaudación fiscal, como consecuencia del crecimiento económico. Sin embargo, tal y como reconoce Rajoy en su misiva, no se podrían descartar futuros ajustes en caso de que no se alcancen los objetivos previstos.