El mercado de los drones, dispositivos aéreos no tripulados, podría generar un negocio mundial de 127.000 millones de dólares (112.331 millones de euros), aunque fuentes del sector rebajan las expectativas en lo que creen una especie de "fiebre tecnológica" con resultados "modestos" en el corto plazo.
El pasado martes, la consultora PwC publicó su último estudio del sector de los drones, donde concluye que las potencialidades de este mercado superan los 127.000 millones de dólares mundiales, asentados en la versatilidad de estos aparatos.
Por áreas de actividad, el estudio pronostica que en torno a la construcción de infraestructuras, la agricultura y el transporte, podrían concentrarse los mayores volúmenes de actividad. En infraestructuras, los drones pueden abrirse un nicho de 45.200 millones de dólares, ya que estos dispositivos son "muy aptos para recopilar información durante las obras y pueden ejecutar trabajos de riesgo", señala en el informe.
En torno a la agricultura, puede surgir un mercado de hasta 32.400 millones de dólares, puesto que los drones "permiten cubrir grandes extensiones de cultivo y vigilar los equipos instalados en las plantaciones". En transporte, la facturación puede alcanzar los 13.000 millones de dólares, cifra en la que ya han puesto los ojos empresas como Google, Amazon o DHL, que actualmente están en fase de pruebas para el uso de drones en la entrega de productos.
Según apunta PwC, la revolución sería tal en el comercio, que en el caso de Amazon los costes de envío de un producto en un radio de 10 kilómetros podrían pasar de la horquilla actual de coste entre los 2 y 8 dólares a tan solo 10 centavos.
Tratando de cazar una parte de este mercado embrionario y creciente, en España han surgido toda clase de iniciativas públicas y privadas con el dron como protagonista. En el ámbito privado, y más allá de Indra o Inaer, en España hay un total de 1.309 operadores autorizados por la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) y 65 empresas habilitadas para impartir cursos de pilotaje de drones, cifras que, en ambos casos, están en constante aumento por el atractivo del mercado.
Pero pese a las buenas esperanzas depositadas, fuentes del sector en España rebajan las expectativas y creen que el mercado puede estar viviendo una especie de "fiebre tecnológica", orientada a conseguir beneficios a corto plazo, dimensión "errónea" para ellos. "Por ahora, no hay tanto sector como se cree, es una cuestión de tiempo que hablemos de un mercado verdaderamente relevante", afirma el director ejecutivo de Drone Spain -una empresa que facturó 1,5 millones en 2015-, Jaime Guillot, quien habla de los drones como una tecnología "potente", pero todavía "experimental".
"Hay que olvidarse de hacer un curso y ya dedicarse prestar servicios con un dron, no hay que dejarse llevar por unas previsiones sobredimensionadas ya que todavía estamos en una fase inicial sin tener asentados servicios de valor", continua Guillot. En este mismo sentido, Varela afirma que "es cuestión de 5 a 10 años que empecemos a ver resultados interesantes que empujen al mercado, por ahora debemos pensar en investigar de cara al futuro".
El piloto de Aeromedia -700.000 euros de facturación-, Aquilino Abeal, señala en este sentido que "hay mercado, pero limitado, estamos empezando, más allá de la inversión de grandes grupos e iniciativa pública, las cifras no son tan altas". Los resultados se harán esperar, así que por ahora, todo indica que lo sensato sería tomarse el mercado con la calma que requieren las inversiones en innovación tecnológica, apuntas algunas fuentes.