La míticas cabinas rojas de Londres se convierten en oficinas desde las que se podrá trabajar sin ninguna distracción. Con esta idea innovadora, las cabinas telefónicas volverán a ser testigos de llamadas y conversaciones después de muchos años en desuso.
BarWorks, una startup neoyorquina, está convirtiendo veinte cabinas británicas en pequeñas oficinas para poder trabajar cómodamente. Tendrán conexión wifi y los usuarios podrán imprimir y escanear documentos mientras toman un café o un té de máquina.
La reserva de este espacio será a través de una aplicación móvil y el objetivo es que se utilice durante una hora como máximo. Una restricción que comparan con la que tienen los gimnasios para que sus clientes no acaparen las máquinas. La idea está dirigida a freelance y trabajadores que no tienen un lugar fijo de trabajo y que, entre reunión y reunión, tienen que hacer una importante llamada sin distracciones o enviar un correo de forma urgente.
La fabricación de estas populares cabinas comenzó en el año 1926 y no finalizó hasta 1985, cuando British Telecom introdujo un sistema mucho más moderno. A pesar de ello, sigue habiendo 9.000 cabinas repartidas por las calles británicas que han pasado de ser teléfonos a protagonistas de fotos turísticas.
Las primeras "box-offices" estarán repartidas entre Londres, Edimburgo y Plymouth (sudoeste de Inglaterra) y abrirán sus puertas a finales del próximo mes de junio. Se podrán reservar por 12 euros la hora o adquirir un bono mensual por 36 euros que, además, incluye el uso de las instalaciones de la startup en Nueva York y San Francisco.