Tras conocer esta noticia serán muchos los que cada vez que pisen las calles de Londres no puedan evitar imaginarse los lingotes de oro que hay bajo sus pies. El pavimento de la capital inglesa es una verdadera mina de oro.
Casi 28.000 metros cuadrados del subsuelo londinense albergan las reservas de oro del Tesoro de Reino Unido, junto con las de otros 30 países y 25 bancos. Un total de 5.134 toneladas de oro que se guardan en bóvedas de máxima seguridad.
La razón por la que Reino Unido custodia una buena parte de este metal es por cercanía al lugar donde se comercia, además de por la extrema seguridad que ofrecen estas bóvedas. Treadneedle Street es la calle de la City donde se encuentra el Banco de Londres y un laberinto de ocho bóvedas llenas de lingotes de oro cuyo valor asciende a 141.000 millones de libras (casi 180.000 millones de euros).
Los lingotes, de 12kg cada uno, están colocados en fila sobre estanterías numeradas de color azul. El valor de cada uno es de 350.000 libras, mucho más de lo que cuesta una casa en Reino Unido.
Recordemos que el oro es uno de los activos negociados más importantes del mundo y un indicador de la confianza del consumidor, cuyo precio varia ante la incertidumbre del mercado. En un solo día se realizan transacciones en oro por valor de 85.000 millones de libras. Los lingotes de oro llegan a Londres vía aérea o marítima. "En los vuelos comerciales siempre se puede encontrar oro, flores frescas y ataúdes", según Ruth Crowell, jefe ejecutivo de la London Bullion Market Association.
Una de las mayores dificultades que presenta el guardar estos lingotes es el peligro de hundimiento. En ciudades como Manhattan, la FED tiene lingotes desde el suelo hasta el techo, ya que no existe dicho problema. Pero en el caso de Londres, al encontrarse sobre tierra arcillosa, no puede concentrar tanto peso por metro cuadrado. Dentro de la M25 de Londres (similar a la M30 madrileña) podemos encontrar otras siete bóvedas llenas de lingotes de oro pertenecientes a bancos como JP Morgan o el HSBC.