España contaba con un total de 18.029.600 ocupados en el primer trimestre del año, según la última Encuesta de Población Activa (EPA). De esta cifra, el empleo privado asciende a 15.011.300 personas, mientras que el público se sitúa en 3.018.300. A lo largo del último año la ocupación ha aumentado en 513.300 personas en el sector privado (+3,54%) y en 61.500 en el público (+2,08%).
Pero si se amplía la perspectiva, se observan tres etapas claramente diferenciadas en materia de empleo público:
- A mediados de 2007, cuando estalla la espita de la crisis financiera internacional, el número de efectivos a cargo del conjunto de las Administraciones se sitúa en algo más de 2,93 millones, pero esta cifra no deja de crecer hasta el tercer trimestre de 2011, cuando se alcanzó un récord histórico de 3,3 millones de personas.
- A partir de ese momento, y hasta diciembre de 2013, el empleo público retrocede hasta un mínimo de 2,9 millones.
- Pero, posteriormente, vuelve a aumentar hasta los 3,02 millones registrados en el primer trimestre de 2016.
Como consecuencia, España sigue contando hoy con 86.300 empleados públicos más que al principio de la crisis, lo cual se traduce en un aumento del 3% respecto a mediados de 2007.
El coste de las plantillas también ha aumentado. A cierre de 2015 -último dato disponible-, la remuneración de los empleados públicos ascendió a un total de 118.699 millones de euros, lo cual supone unos 11.250 millones más que en 2007. Es decir, hoy por hoy, la factura del empleo público es un 10,5% superior al registrado en el pico de la burbuja inmobiliaria.