Durante décadas, Estados Unidos ha sido identificado como el país de referencia a la hora de hablar de la economía de mercado. En consecuencia, las reflexiones sobre el capitalismo se han centrado a menudo en analizar el desempeño del gigante norteamericano. Sin embargo, el paso del tiempo ha puesto de manifiesto el progresivo giro de EEUU hacia un marco menos liberal y más intervencionista.
Así lo acredita el Índice de Libertad Económica en el mundo. Esta publicación, elaborada por la Fundación Heritage y difundida en España por Civismo, otorga a los países una puntuación de 0 a 100 según su grado de lejanía o cercanía a las tesis del laissez faire. De acuerdo con dicho estudio, la nota obtenida por EEUU ha pasado de 81 a 75 puntos, lo que ha terminado dejando al país del Tío Sam fuera de los diez primeros puestos de la clasificación.
Pero si EEUU ya no es el principal modelo de referencia, ¿en qué países se fijan los defensores del capitalismo? El Índice de 2016 deja muy bien parados a cuatro países que hace apenas unos años no ocupaban puestos tan altos en la tabla. Se trata de Australia, Canadá, Reino Unido e Irlanda.
El 'canguro' liberal
El Índice de Heritage que difunde Civismo destaca que "Australia ha conseguido esquivar las recesiones económicas durante los últimos 25 años. Ha hecho un buen uso de sus recursos naturales y se ha beneficiado de un fuerte desarrollo del emprendimiento. Sus instituciones son eficientes y su Justicia funciona con agilidad. Por todo ello, Australia se ha consolidado como un destino atractivo y dinámico para la inversión, al calor de una economía en la que el gobierno apenas interviene en los mercados y la competencia ha ido a más".
Según el informe, "Australia acumula décadas de reformas liberales desde los 80. Se ha flexibilizado el mercado de trabajo, se ha desregulado el sector financiero, se ha facilitado la apertura comercial….". El panorama fiscal es atractivo: el gasto es del 35% del PIB, cifra casi idéntica al endeudamiento público.
El paro en Australia es del 6% y el PIB per cápita es de 41.067 euros. La economía ha crecido al 2,7% durante el último lustro.
Canadá adelanta a EEUU
Aunque Canadá estuvo al borde de la bancarrota hace ahora algunas décadas, el Vecino del Norte ha abrazado con éxito el paradigma liberal, hasta el punto de que ha terminado adelantado a EEUU en el Índice de Libertad Económica.
Su sistema financiero capeó la crisis sin rescate alguno. La apertura comercial es cada vez mayor: la tasa media de importación apenas alcanza el 1,5%. El mercado de trabajo es flexible, lo que ayuda a crear empleo y reducir el paro. A nivel fiscal, el gasto es del 41% del PIB y el Impuesto de Sociedades ha bajado al 15%. Destaca, además, la calidad de las instituciones: obtienen una nota de 90 en la categoría dedicada a la protección de los derechos de propiedad y una nota de 81 en el apartado que califica la ausencia de corrupción.
El paro en Canadá es del 6,9% y el PIB per cápita es de 39.661 euros. La economía ha crecido de manera estable en los cinco últimos años, con tasas que superan el 2,5%.
El 'Tigre Celta' se desmarca de Bruselas
El modelo liberal irlandés sufrió un duro golpe con el estallido de la Gran Recesión. Sin embargo, la isla ha vuelto a sorprender, con una agenda de reformas muy distinta a la que se ha aplicado en el resto de economías europeas que se han visto afectadas por la crisis.
Como destaca el informe, "pese al rescate soberano que negoció Irlanda en 2010 con la Unión Europea y el FMI, la economía se ha recuperado de manera notable en 2013, 2014 y 2015". El documento que difunde Civismo subraya que se mantiene el Impuesto de Sociedades del 12,5%, en línea con un sistema fiscal que recauda en torno al 28% del PIB.
El paro en Irlanda es del 11,6% y el PIB per cápita es de 43.510 euros. La economía ha crecido al 1,4% en los cinco últimos años, pero su ritmo de expansión no para de acelerarse y en 2015 rozó el 8%.
Reino Unido apuesta por menos impuestos
No lo tenía fácil David Cameron cuando llegó al poder. La herencia de la Administración Brown, con un déficit desbocado y una agenda económica marcada por el giro a la izquierda del laborismo, dejaba a Reino Unido en una posición delicada. Sin embargo, el regreso al poder de los conservadores se ha saldado con el Reino Unido dentro del "top 10" del Índice de Libertad Económica.
Los tories han apostado por bajar agresivamente el Impuesto de Sociedades, dejándolo en el 20% frente al 28% que marcó el anterior Ejecutivo. También se han dado reducciones en todos los tramos del Impuesto sobre la Renta. El gasto público y el déficit han caído, el Estado ha privatizado diversas compañías y el marco laboral ha seguido caracterizándose por la facilidad para contratar y despedir.
El paro en Reino Unido es del 6,3% y el PIB per cápita es de 34.920 euros. La economía ha crecido al 1,7% entre 2010 y 2015.