Las autonomías díscolas se rebelan contra Montoro. El pasado viernes, el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, avisaba por carta a Aragón y Extremadura de que retendrá su financiación por no pagar las facturas a los proveedores en el tiempo que marca la ley.
Montoro cumplía así su amenaza de tomar represalias contra las regiones incumplidoras. Además, Hacienda puso en alerta a Baleares y Valencia, y advirtió a otras 8 regiones, también por escrito, de que debían adoptar medidas para cumplir con los plazos de pago.
Ayer miércoles, doce CCAA volvieron a recibir una nueva misiva con Hacienda como remitente. El departamento de Montoro ha instado a las autonomías que incumplieron el objetivo de déficit en 2015, para que, en un plazo de 15 días, ajusten sus cuentas para garantizar el cumplimiento de su objetivo de estabilidad presupuestaria.
Esta nueva exigencia no ha gustado nada a las mayoría de las regiones que, salvo Madrid, han respondido con hostilidad a la solicitud ministro en funciones.
Rebelión en las autonomías
Tanto es así que, las comunidades gobernadas por el PSOE han hablado entre sí y plantean una reunión de la Conferencia de Presidentes y del Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Desde Sevilla, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha asegurado que no va a recortar más y que Montoro deberá explicar si la "actitud de intimidación" del Gobierno hacia las comunidades se debe a un "ultimátum" de la Unión Europea.
Al igual que esta, el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha criticado con fuerza las medidas "tremendamente injustas" y "sectarias" de Hacienda, por lo que ha zanjado que para su comunidad es "prácticamente imposible cumplir".
En Extremadura, el presidente, Guillermo Fernández Vara, ha denunciado que el Gobierno en funciones lleva 18 meses sin hacer "nada", y ahora, "de golpe y porrazo, aparece esto".
La vicepresidenta en Comunidad Valenciana, en un Gobierno de coalición PSOE-Comprómís, Mónica Oltra, ha pedido al ministro que deje de "amenazar" y "castigar" y se centre en facilitar financiación.
El Ejecutivo de Cantabria no baraja la posibilidad de modificar su presupuesto para cumplir con las exigencias de Hacienda, y ha negado que tenga cualquier responsabilidad de las comunidades en las cifras de déficit. Su presidente, Miguel Ángel Revilla, ha aludido a la "reaparición tras tres meses de silencio del famoso ministro Montoro" que "nos ha amenazado con grandes cataclismos, en plan de recortes y en plan de amenazas".
Uno de los primeros en rechazar nuevos ajustes ha sido el vicepresidente de la Generalidad catalana, Oriol Junqueras, quien ha acusado al ministro de "arbitrariedad" y le ha reprochado que no incluyera la cifra del ajuste que debe llevar a cabo Cataluña en los presupuestos de 2016, que aún no han sido aprobados y están en pleno proceso de negociación.
"Por muchos requerimientos que recibamos, no aplicaremos ningún recorte añadido a las políticas sociales, recortes a los que nos ha obligado el Ministerio de Hacienda. Por mucho que insistan en esa línea, no cerraremos hospitales ni colegios, ni servicios sociales", exclamó Junqueras.