César Alierta llegaba a Telefónica en el año 2000 en sustitución de Juan Villalonga y en plena burbuja de las puntocom. El que antes fuera presidente de Tabacalera española se encontraba con una compañía líder en el sector de las telecomunicaciones del mercado español y con un referente en Latinoamérica.
Pero a pesar de que el posicionamiento de la compañía era privilegiado, la recién privatizada Telefónica no conseguía darle estabilidad a sus cuentas. Entonces, Alierta puso la expansión internacional en su punto de mira.
Tras 16 años capitaneando la compañía, ayer martes, César Alierta le cedía el timón de Telefónica a José María Álvarez-Pallete, hasta ahora consejero delegado. El maño abandona la presidencia, aunque no la compañía, de la que seguirá formando parte de su Consejo de Administración.
Muchos son los hitos que Alierta deja en el legado de Telefónica. Repasamos los más importantes:
1- Clientes: cuando el 26 de julio del año 2000 Alierta aterrizaba en Telefónica, la compañía tenía 68 millones de clientes en todo el mundo. El incremento de su mandato ha sido notable, y ahora tiene más de 322 millones. De esa cifra, más de 247,1 millones pertenecen a telefonía móvil; 39,5 millones a telefonía fija; más de 21,3 millones a datos e Internet y 8,2 millones a televisión de pago.
2- Países: mientras que en el año 2000 más del 50% de los ingresos de Telefónica procedía de fuera de España, en 2015 la cifra se eleva al 74%. Las adquisiciones de los dos últimos años, la de e-Plus en Alemania y la de GVT en Brasil, han sido claves para liderar el mercado en esos dos países. Actualmente, Telefónica opera en 24 mercados.
3- Resultados: en el año 1999, Telefónica obtuvo unos beneficios de 300.000 millones de pesetas (unos 1.800 millones de euros). A cierre de 2015, esa cifra ha ascendido a 2.745 millones de euros.
4- Empleados: Telefónica cuenta con 125.000 empleados en todo el mundo.
5- Dividendo: en la época Alierta la compañía ha alcanzado su mayor valor en bolsa. Fue en el año 2007, cuando Telefónica llegó a valer más de 111.000 millones de euros, pero la empresa tiene ahora un valor bursátil inferior al que tenía cuando llegó Alierta. Su capitalización actual está cerca de los 49.000 millones de euros y en el año 2000 superaba los 77.000 millones.
Respecto al dividendo, la cosa cambia. Y es que a lo largo de los últimos quince años, Telefónica ha contado con una de las mejores políticas de retribución al accionista del sector. Alierta retomó los pagos al accionista en metálico en 2003, unas retribuciones que aumentaron progresivamente hasta 2012, cuando se vio obligado a suspenderlo. Un año después recuperó ese dividendo en forma de scrip dividend y hace unos meses se comprometió a mantener un dividendo 0,75 euros durante la próxima década y eliminar este mismo año el pago en acciones.