El gobierno alemán proyecta mantener presupuestos sin déficit hasta 2020, según se desprende del plan de finanzas a largo plazo aprobado este miércoles por el Consejo de Ministros junto con las líneas maestras del presupuesto para 2017.
"La regla constitucional nos prohíbe contraer nuevas deudas en tiempos de coyuntura normal. Ahora tenemos una coyuntura normal o incluso un poco mejor de lo normal", dijo en conferencia de prensa el ministro de Finanzas, Wolfgan Schäuble.
Alemania ha logrado tener ya presupuestos equilibrados en 2014 y 2015 y aspiraba a lo mismo en los planes para 2016. "Mantenemos nuestra palabra empeñada y somos fieles a nuestra política financiera en tiempos difíciles.
Eso es posible gracias a una clara definición de prioridades", dijo Schäuble. "Invertimos en infraestructura, en educación y en investigación, hacemos lo necesario para asegurar la seguridad y ayudamos a los refugiados, todo ello sin contraer nuevas deudas", agregó. Schäuble defendió la necesidad de una política presupuestaria sólida como una inversión de futuro teniendo en cuenta que la evolución demográfica prevé un envejecimiento de la población que implicará gastos adicionales en el futuro.
"Una política presupuestaria sólida es necesaria de cara al futuro si pensamos en nuestra evolución demográfica", dijo Schäuble. Las líneas maestras para el presupuesto de 2017 contienen gastos adicionales, en relación con el plan anterior, por valor de 10.000 millones de marcos relacionados con la crisis de los refugiados.
Se incluyen medidas humanitarias, programas para combatir las razones del desplazamiento en los países de origen así como los gastos para programas de integración y cursos de idioma, además de fondos adicionales para la policía de fronteras y gastos sociales relacionados con los refugiados.
El presupuesto de Defensa aumentará 1.700 millones de euros para alcanzar 36.600 millones de euros. Hasta 2020, el presupuesto de Defensa deberá alcanzar 39.100 millones de euros. El plan a medio plazo prevé un aumento paralelo del gasto y de los ingresos, lo que es posible según Schäuble, ante todo debido a la buena situación de la coyuntura y del mercado laboral que garantiza una buena recaudación fiscal.
Las líneas maestras para 2017 prevén el costo de algunas medidas de política social como el aumento del subsidio de vivienda. La aprobación de los planes de presupuesto para 2017 estuvo precedida de una discusión acerca de si no se debía hacer un plan de ofensiva social, incluso arriesgando la meta de evitar el déficit.
El socio menor de la coalición, el Partido Socialdemócrata (SPD), pedía un plan semejante para evitar la sensación de que los gastos adicionales se dedican sólo a la crisis de los refugiados. Incluso llegó a plantearse la posibilidad de que los ministros del SPD aprobasen las líneas maestras del presupuesto pero dejando constancia de su reserva en un protocolo adicional, lo que a la postre no ocurrió.
"No hubo ningún protocolo adicional. Hemos logrado un consenso, nos hemos elogiado los unos a los otros y nos hemos dado las gracias", dijo Schäuble al ser interrogado al respecto. "Nadie se ha impuesto a nadie, tuvimos una conversación en la que sólo hubo ganadores y ante todo ganó Alemania", agregó. El presupuesto de 2017, que llegará al trámite parlamentario en la segunda mitad del año, es el último de la actual legislatura.