El conjunto del sector público cerró el pasado año con una deuda total de 1,070 billones de euros, una cifra equivalente al 99% del PIB, según los últimos datos publicados por el Banco de España.
La deuda pública por tanto, se mantiene en su nivel más alto desde principios del siglo XX. En concreto, habría que retroceder hasta 1909 para encontrar una ratio de deuda superior a la actual (101% del PIB), tal y como reflejan los registro del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tras el estallido de la crisis financiera internacional, las Administraciones Públicas casi han multiplicado por tres su endeudamiento, al pasar del 35,5% del PIB en 2007 al 99% a cierre de 2015.
Si se toman como referencia las dos últimas legislaturas, desde el primer trimestre de 2008 hasta el último de 2015, la deuda se ha disparado en algo más de 706.000 millones de euros bajo los gobiernos de PSOE y PP, al pasar de 364.124 millones a un total de 1,07 billones de euros.
De este modo, tanto José Luis Rodríguez Zapatero, primero, como Mariano Rajoy, después, han endeudado a los españoles a un ritmo medio de 250 millones al día durante la crisis.
El actual volumen de deuda implica una factura de más de 23.000 euros a cada español (hombre, mujer y niño) frente a los 8.000 por cabeza existentes a principios de 2008. Es decir, la clase política ha endeudado a cada español en cerca de 15.000 euros extra durante la crisis.
Y la responsabilidad de semejante factura es compartida casi a partes iguales entre PP y PSOE, ya que la deuda creció de forma muy similar en las dos últimas legislaturas. Durante el último mandato de Zapatero, desde el primer trimestre de 2008 al último de 2011, la deuda pública creció en algo más de 364.000 millones de euros, a un ritmo de 266 millones al día, hasta casi duplicarse durante dicho período.
Sin embargo, Rajoy no se queda atrás. Durante la pasada legislatura, desde el último trimestre de 2011 a cierre de 2015, la deuda aumentó en otros 327.000 millones (un 44% más), a un ritmo próximo a 224 millones diarios, apenas un 20% inferior al de Zapatero. Y ello, a pesar del crecimiento económico registrado en los dos últimos años.