España cerró el pasado año con una deuda pública total de 1.070.279 millones, un 3,55% más respecto a 2014, una cifras equivalente al 99% del PIB, tres décimas por encima del objetivo anunciado por el Gobierno.
La mayor parte de esta deuda corresponde a la Administración Central (938.799 millones, un 4,8%, equivalentes al 86,8% del PIB), mientras que las corporaciones locales lograron reducirla un 8,33%, hasta 35.147 millones (3,3% del PIB), según los datos publicados por el Banco de España.
Sin embargo, el caso más destacable es el de las CCAA, cuya deuda aumentó un 10,32% en 2015, marcando así un nuevo récord histórico, con 261.268 millones de euros, equivalente al 24,2% del PIB. A pesar de que el pasado año el PIB nominal de España creció cerca de un 4%, la deuda pública sigue sin contenerse y la razón se debe, en gran medida, a las autonomías, cuya deuda explica casi una tercera parte del incremento total.
En concreto, la deuda autonómica supera ligeramente el 24% del PIB, casi cuatro veces más que en 2007, cuando apenas representaba el 5,7%. Todas las regiones, sin excepción, han disparado su endeudamiento durante la crisis, tal y como refleja el siguiente gráfico.
Las autonomías del área mediterránea, como Baleares, Murcia, Cataluña o la Comunidad de Valencia, son las que más han incrementado su deuda en términos nominales durante los últimos años.
Y dentro de este grupo, los casos más significativos son los de Valencia y Cataluña, cuyo incremento en 2015 explica casi la mitad del aumento total registrado por las CCAA y un tercio del mayor endeudamiento total. La deuda de la Comunidad Valenciana creció 2,9 puntos y la de Cataluña 2,6 puntos.
De este modo, si se toma como referencia la deuda sobre el PIB, la autonomía más endeudada de España fue la Comunidad Valenciana, con el 41,3% de su PIB, seguida de Castilla-La Mancha (35,5%) y Cataluña (35,3%). En términos absolutos, Cataluña sigue encabezando el ranking, con 72.274 millones, seguida de la Comunidad Valenciana (41.753 millones) y Andalucía (31.365 millones)
El sustancial aumento de la deuda en Cataluña y Valencia se debe, sobre todo, al mayor déficit público. En el caso catalán, destaca un déficit que, lejos de reducirse, se incrementa, pasando de un 2,2% en 2013 a un 2,9% en 2015 -dando por hecho que el dato de diciembre coincide con el de 2014-.
Este déficit incontrolado responde a dos motivos: un descenso en los ingresos sobre el PIB, que apenas mejoran en 2015, y un nivel de gasto que, con la excepción de 2013, no se ha reducido, y que incluso en el último año sube pese al descenso en la partida de los intereses de la deuda.
En el caso valenciano, la foto es similar: descenso de los ingresos e insuficiente ajuste en el gasto público.