Tras el fracaso con el Edificio España, Madrid podría ver como se esfuma otro macropoyecto inmobiliario. La conocida como Operación Chamartín podría tener los días contados si el Ayuntamiento de Madrid no resuelve sus "dudas" técnicas a tiempo.
Y es que Manuela Carmena tiene hasta el 31 de diciembre como fecha límite para que decidir si da luz verde al proyecto de la ampliación de la Castellana. Ese día expira el contrato que la promotora de la operación, Distrito Castellana Norte, firmó al comprar el 61% de los terrenos sobre los que pretende llevar a cabo las obras. Distrito Castellana Norte está formada por BBVA al 75,5% y por San José al 24,5%.
Los terrenos eran propiedad de Adif y tienen un valor de 1.200 millones de euros. Pero eso sí, Distrito Norte todavía no ha desembolsado ni un euro por el suelo debido a que la compra está supeditada al proyecto. Lo acordado establece que si a 31 de diciembre la Operación Chamartín continúa bloqueada, el contrato de compra expirará y los terrenos seguirán en manos de Adif.
"Hemos invertido más de 100 millones"
En este sentido, el presidente de Distrito Castellana Norte, Antonio Béjar, ha declarado que si no se pone en marcha el proyecto antes de la fecha límite "probablemente Madrid se perderá una gran oportunidad". Béjar hizo estas declaraciones ayer miércoles en un encuentro con los medios. "Hemos invertido más de 100 millones de euros en el proyecto, pero todo en la vida tiene un final. A nadie se le puede pedir que, de forma indefinida, continúe gastando dinero en un proyecto", advirtió el máximo responsable del plan.
Aunque considera que el Ayuntamiento de Madrid tiene "todo el derecho de seguir analizando los miles de folios" de los que consta el proyecto, Béjar espera que el consistorio de la capital "acabe la tramitación y que apruebe el proyecto lo antes posible".
"Es un proyecto legal, sobre el que han opinado todas las áreas de gobierno del Ayuntamiento de Madrid, seis consejerías de la Comunidad de Madrid y no menos de 5 ministerios", aseguró. Béjar quiso añadir que "las conversaciones a nivel técnico continúan y continuarán" con el consistorio que dirige Manuela Carmena.
Preguntado por las declaraciones de Carmena del pasado martes en las que aseguraba que el Ayuntamiento tenía sus "propios planes para el norte de Madrid", Béjar ha afirmado que como "propietarios de la mayoría de los terrenos" es a DCN a quien corresponde "establecer las iniciativas en relación con los terrenos. Somos una empresa privada a la que solo le corresponde promover y es el Ayuntamiento el que establece el marco jurídico e institucional, pero nuestros planes se circunscriben de forma exquisita al marco normativo".
Los inconvenientes del Ayuntamiento
Al encuentro con los medios han acudido también los representantes de los comerciantes y vecinos de los barrios aledaños de la zona (Chamartín, Begoña, Las Tablas y Santa Ana) que también están luchando por que el proyecto salga adelante.
El pasado martes estos representantes se reunieron con el Ayuntamiento de Madrid, quien les expresó su "preocupación" por algunas de las partes del proyecto. Si con Wanda el problema era el desmontaje de la fachada del Edificio España, con el Distrito Norte, los inconvenientes que pone el Ayuntamiento son más complejos.
Una de las principales trabas del consistorio madrileño es en lo que respecta a la edificabilidad. El Ayuntamiento de Carmena considera que el volumen edificable establecido por el promotor de 1,05 metros edificables por cada metro cuadrado de superficie es demasiado. Según los promotores, esta cifra es la que establece el Plan General de Madrid.
El presidente de la Asociación de Comerciantes de Chamartín, Eduardo Morán, no entiende este requerimiento. "Si tenemos en cuenta que en la misma huella de la Castellana, desde Plaza Castilla hacia atrás, la edificabilidad es de un 2,3, no entendemos que no acepten una edificabilidad de menos de la mitad". Morán ha recordado que el lugar donde se quiere levantar el proyecto es una "zona muerta" e insta al consistorio a dejar fructificar las obras y olvidarse de "motivos políticos e ideológicos". El Ayuntamiento les ha invitado a otra reunión en unos 10 días.
Según los responsables, otro de los problemas que encuentra el consistorio se refiere a la financiación de las infraestructuras. La especie de alergia del gobierno de Ahora Madrid a las privatizaciones les lleva a solicitar que se reduzca la participación privada en las obras de tren, metro y carreteras ¿Quién las pagaría entonces? Pues o los contribuyentes o no se harán.
Y por último, está el tiempo de ejecución. El Ayuntamiento de Madrid teme que las obras no se completen y se dejen a medias, por lo que exige algún tipo de garantía.
120.000 empleos
Hay que recordar que el Ayuntamiento de la capital, con Ana Botella en el cargo, dio luz verde al proyecto en enero de 2015. Al hacerse Manuela Carmena con la alcaldía, la líder de Ahora Madrid cumplió una de sus promesas electorales: revisar los grandes proyectos urbanísticos ya aprobados. Han pasado 9 meses desde su llegada al gobierno y la regidora todavía no ha dado un veredicto sobre el futuro de Castellana Norte.
El proyecto consiste en prolongar en 3,7 kilómetros el emblemático Paseo de la Castellana de Madrid, modernizar más de 3 millones de metros cuadrados en la ciudad y construir unas 17.000 viviendas. Además, el 80% del suelo donde se va a construir se destinará a infraestructuras públicas, con espacios verdes, servicios urbanos y un carril bici de 12,8 kilómetros.
En total, el proyecto requerirá una inversión de 6.000 millones de euros, de los que 4.300 millones corresponderán a inversión privada, y creará, según los promotores, 120.000 puestos de trabajo durante todo el proceso.