Los datos de afiliación de febrero muestran una ligera aceleración sobre el mes de enero, desde un crecimiento del 0,24%, excluido el sector agrario, al 0,25%. Por sectores, son los Servicios los que vuelven a tirar del mercado de trabajo con un crecimiento 0,28% intermensual, mejorando así el registro de enero.
El detalle por rama de actividad dentro del sector Servicios muestra una mejora en las actividades vinculadas con el Estado de Bienestar y con el consumo.
En concreto, ha sido el mayor crecimiento en Educación y en Comercio lo que explica el impulso laboral en los Servicios. En el primer caso, no tiene por qué implicar un mayor empleo público, pues incluye centros públicos, concertados o privados. En el caso del Comercio, recupera en febrero las tasas de crecimiento de finales del pasado año, señal de que el consumo de los hogares no se está ralentizando.
Por el contrario, el empleo en el sector público -incluye la administración y la obra pública, pero no Sanidad o Educación- actualmente baja tras el aumento observado al inicio del pasado año.
Por CCAA
En el inicio de año, Baleares y Canarias son las comunidades con una mayor creación de empleo, superando la media nacional en casi un 0,3%. Ambas regiones tienen un común un mayor peso de las actividades vinculadas con el turismo, como es el caso de la hostelería.
Por el contrario, Extremadura y Cantabria registran la peor evolución en los primeros meses de 2016. En el primer caso, el peso del empleo público es muy superior a la media nacional, mientras que en Cantabria son las manufacturas la actividad con un mayor peso relativo.
En cuanto a la evolución del empleo entre las principales comunidades -Cataluña, Madrid, Andalucía, Comunidad de Valencia y Andalucía, que explican unas tres cuartas partes del crecimiento total- no se observan grandes diferencias en el ritmo de crecimiento frente a los últimos meses de 2015.
En definitiva, el actual ritmo de creación de empleo -estimando el dato de afiliaciones de marzo- está en línea con el trimestre anterior y, por tanto, apunta un crecimiento del PIB también similar al registrado a finales de 2015 -un 0,8% en el cuarto trimestre-.
Así pues, a falta de conocer más referencias macroeconómicas, el deterioro que muestran ciertos indicadores de actividad, como la confianza del consumidor o los PMI, no tendrían reflejo en el crecimiento de la economía española, al menos por el momento.