Existen diferentes estadísticas que miden el nivel de los salarios en las comunidades autónomas. El INE (Instituto Nacional de Estadística), a partir de diversas encuestas, ofrece un detalle de los salarios según la actividad, el concepto del coste y la región. El más reciente es la Encuesta trimestral de coste laboral con datos del tercer trimestre de 2015.
Según los conceptos del coste laboral que forman parte del salario –existen otros que o bien son ingresados al Estado como las cotizaciones o son excepcionales como son las indemnizaciones por despido– las comunidades con unos salarios más elevados son País Vasco, Madrid, Navarra y Cataluña. En el resto, el salario promedio se sitúa por debajo de la media nacional especialmente en Castilla-La Mancha, Canarias y Extremadura donde se encuentran los salarios más bajos.
Por sectores mientras que País Vasco y Madrid tienen prácticamente el mismo salario promedio –2.192 euros y 2.184 euros al mes respectivamente–, en el País Vasco se pagan los salarios más altos en la construcción, mientras que tanto en la industria como en los servicios las nóminas más elevadas se encuentran en Madrid.
En el resto de comunidades con salarios altos destaca el caso de los servicios en Navarra, cuyos salarios se sitúan por debajo de la media. Por el contrario, en las comunidades del norte como Asturias, Cantabria o La Rioja, hay algunos sectores –industria y construcción en el primer caso, industria en el segundo y construcción en el tercero– en los que los salarios son más altos que la media pese a que el total se sitúa por debajo.
El coste de la vida
Ahora bien, el salario debe ponderarse por el nivel de precios, pues no es lo mismo ganar al mes 1.500 euros en Madrid que en Extremadura, donde el coste de la vida es sensiblemente inferior
Para poder medir el nivel de vida, Funcas estimó con datos de 2012 el PPA o Paridad de Poder Adquisitivo por comunidad autónoma. Si se combina el nivel de salarios y de PPA sobre la media nacional se observa una elevada correlación que tiene su lógica –los precios serán proporcionalmente más elevados donde los salarios también lo sean–. Pero dicha correlación no es total.
Como se puede observar en el siguiente gráfico, existen comunidades con un nivel de renta y salarios por debajo de la media –color naranja–pero que proporcionalmente tienen unos salarios menores. Es el caso de Murcia, Baleares o Cantabria donde el nivel medio de salarios no permite vivir relativamente mejor que en otras comunidades. En el otro extremo, Madrid y País Vasco disfrutan de salarios relativamente altos y además permiten un mejor nivel de vida que el resto de las regiones.
Por zonas geográficas, los asalariados en el arco mediterráneo y especialmente los residentes en las Islas Baleares soportan unos salarios relativamente más bajos. Algo similar ocurre en el noroeste, donde gallegos y cántabros obtienen unas nóminas más bajas que en la media. Por el contrario, los trabajadores asalariados del País Vasco y Asturias disfrutan de unas nóminas relativamente más elevadas. El segundo caso es especialmente significativo pues, pese a que sus salarios absolutos se sitúan por debajo de la media, un coste de la vida proporcionalmente aún más bajo permite disfrutar unos salarios corregidos algo más elevados que la media nacional.
En resumen, no deben confundirse salarios más altos con el nivel de vida que permiten. Si se corrigen por el nivel de precios, los datos muestran que no es lo mismo la capacidad adquisitiva del salario para un trabajador en Baleares o Murcia que en el País Vasco o Asturias, donde son más elevados.