"Ya no sabemos si esto sirve para recaudar, para hacerle la vida imposible a la gente o por simple postureo político", aseguraba el pasado martes el presidente del Consejo General de Economistas, Valentí Pich, en la presentación del estudio Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral de 2016.
Otro año más, Pich denunció los efectos nocivos que causa "en las pymes y los ciudadanos" la maraña tributaria de las comunidades autónomas. "No todo vale a nivel de impuestos", añadió. Para el presidente del Consejo General de Economistas, el marco fiscal actual "es ineficiente y complejo".
Como las autonomías pueden interferir en la mayoría de los impuestos que les imponen a los ciudadanos, los modifican a su antojo al alza o a la baja dependiendo del color político del momento, lo que impide que los contribuyentes tengan una idea clara de la política fiscal en vigor. "Necesitamos impuestos simples, duraderos y no confiscatorios", señaló el experto. "Lo ideal sería que hubiera competitividad autonómica, pero más clara", matizó.
Los partidos que más impuestos suben
Un buen ejemplo del funcionamiento del modelo tributario que ha recibido las críticas del Consejo General de Economistas, puede verse a partir de las elecciones autonómicas del pasado mes de mayo.
Mientras que la mayoría de las regiones gobernadas por Podemos y PSOE son las que más carga fiscal han aplicado a sus contribuyentes, las autonomías dirigidas por PP y Ciudadanos son las que más tributación han reducido desde entonces. Aunque el pleno en el aumento de los principales impuestos donde tienen competencia normativa las autonomías lo hacen Aragón y Baleares.
Como se observa en el cuadro, el gobierno de Podemos, PSOE, IU y la Chunta Aragonesista (CHA) ha incrementado todos los principales impuestos de Aragón: IRPF (a las rentas de más de 100.000 euros), Patrimonio, Sucesiones, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. En las Islas Baleares, gobernadas por Podemos, PSOE y Més, suben los mismos tributos excepto el de Actos Jurídicos Documentados, que se mantiene igual.
Navarra, gobernada por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra sigue a estas dos regiones con subidas en el IRPF a las rentas de más de 100.000 euros y en el Impuesto de Patrimonio.En este caso bajan la fiscalidad a las rentas medias. En la Comunidad Valenciana, con PSOE, Compromís y Podemos al mando, también suben Patrimonio.
En Asturias, Cataluña, Castilla-La Mancha, Extremadura, País Vasco y Madrid la fiscalidad no varía respecto al año pasado, lo que tampoco quiere decir que la carga fiscal de las personas que habitan en su territorio sea menor.
Por otro lado, Castilla León, gobernada por PP y C's, ha bajado el IRPF a todas las rentas y también el Impuesto de Sucesiones. En La Rioja, donde también manda PP y C's, ocurre lo mismo, aunque suben patrimonio. En Galicia, con el PP, baja la fiscalidad de las rentas de menos de 100.000 euros y sube la de las que superan esa cifra. También baja el Impuesto de Sucesiones.
En Murcia (con PP y C's) bajan sucesiones y donaciones. La excepción puede verse en las Islas Canarias, donde Coalición Canaria y PSOE también bajan la fiscalidad por estos impuestos dejando el resto intactos.