Tanto el expresidente, Felipe Benjumea, como el exconsejero delegado, Manuel Sánchez Ortega, abandonaron Abengoa cobrando indemnizaciones millonarias aún a sabiendas de la delicada situación económica de la multinacional. En calidad de investigados/imputados, ambos han aclarado a la juez de la Audiencia Nacional que los acusa de administración desleal, Carmen Lamela, el porqué. Según el abogado de la plataforma de perjudicados por el hundimiento de la empresa, Felipe Izquierdo, han explicado ante la magistrada que se embolsaron el dinero en concepto de "pactos por permanencia, es decir, para retenerles por su talento. Es cierto, lo han comentado así, hasta los 65 años interesaba tenerlos".
Por un lado, Benjumea cobró alrededor de once millones y medio de euros de indemnización, la misma cantidad que impuso la juez Lamela al expresidente de Abengoa en concepto de responsabilidad civil. Transcurrido el plazo para paliar la caución, la Audiencia Nacional ordenó la "prohibición de disponer, vender, grabar, obligar o enajenar" varias de sus viviendas y parcelas, algunos vehículos y un ciclomotor. Además, bloqueó el saldo de sus cuentas bancarias incluyendo productos financieros como fondos de inversión, planes de pensiones o imposiciones a plazo fijo. A instancias de la Fiscalía Anticorrupción a través de su representante en este caso, José Perals, la juez ha impuesto a Benjumea la retirada del pasaporte con prohibición de salir de España y comparecencias quincenales en el juzgado más próximo a su domicilio.
En el caso de Sánchez Ortega, su indemnización ascendió a los cuatro millones y medio de euros que más tarde se convertirían también en la cuantía de la responsabilidad civil. En un primer momento, Carmen Lamela aplicó la misma actuación sobre una de sus fincas, un vehículo y una sola cuenta bancaria. Sin embargo, previa aportación por parte del exconsejero delegado de un aval bancario, la Audiencia Nacional retiró este segundo embargo. El Ministerio Fiscal no ha pedido ninguna medida cautelar para Manuel Sánchez.
"En cuatro días, como un tiro"
Felipe Benjumea ha sostenido ante la juez Carmen Lamela que el único problema de Abengoa tiene que ver con la liquidez. La defensa de los perjudicados por el desplome de la multinacional, que ejercen la acusación popular, ha reproducido la declaración del expresidente. Según uno de sus abogados, Felipe Izquierdo, Abengoa para Benjumea volverá a ir "como un tiro en cuatro días, cuando se solucione el problema de liquidez". Se ha referido a otra de las frases de la declaración: "el Banco Santander también perdió un 95% en Bolsa y luego lo recuperó". El máximo mandatario de la compañía de energías renovables habría culpado de la caída una vez más a la reforma eléctrica del Gobierno que rebajó las subvenciones a los grupos del sector. Al parecer, ha añadido que el conjunto de su patrimonio se encuentra regularizado.
La investigación maneja indicios de un delito de uso de información privilegiada que habría cometido Manuel Sánchez Ortega. Tras dejar su cargo como consejero delegado, fichó por los fondos de inversión Blackrock, que inmediatamente suscribió posiciones bajistas en el mercado de acciones de Abengoa. La acusación considera que se habría beneficiado de sus conocimientos sobre la situación crítica de la multinacional a favor de su nuevo lugar de trabajo. Sánchez Ortega ha esgrimido ante la juez que este movimiento fue pura coincidencia. Según ha trasladado Izquierdo, su argumento se ha basado en que desde su nuevo puesto solo practica asesoría internacional y no compra acciones.
Abengoa presentó el pasado 25 de noviembre el preconcurso de acreedores lastrada por su alto endeudamiento, ya que suma más de 9.000 millones de deuda financiera y casi 5.000 millones en pagos pendientes a proveedores. La empresa negocia ahora con sus acreedores la búsqueda de una solución que evite el que sería el mayor concurso de la historia de España.
Gestión "horrible"
Existen indicios para pensar que Felipe Benjumea Llorente y Manuel Sánchez Ortega se han lucrado con la situación económica de Abengoa. La Fiscalía Anticorrupción pidió el pasado 16 de diciembre a la Audiencia Nacional que admitiera a trámite una querella que sostiene esta tesis y se dirige respectivamente contra ellos, el expresidente del Consejo de Administración y el exconsejero delegado de la compañía.
Según el escrito presentado por dos titulares de bonos de la entidad, sus dos máximos gestores abandonaron la misma ante una gestión "horrible" poco antes de que se presentara la situación concursal. Los acusados conocían la auténtica realidad económica y financiera de la empresa e hicieron uso de ella, anteponiendo sus intereses. Así lo recoge la querella, que se refiere al momento en que ambos abandonaron su puesto, cuando la entidad estaba al borde del preconcurso, y Sánchez Ortega firmó con los fondos Blackrock