"De moratoria nada, de turismo todo". Así respondía Manuela Carmena el pasado mes de julio a quienes le preguntaban si pensaba seguir los pasos de su homóloga en Barcelona, Ada Colau, en materia turística y hotelera.
Poco después de llegar al gobierno municipal, Colau anunció la suspensión durante el plazo de un año de la concesión de licencias para todo tipo de alojamientos turísticos. La alcaldesa catalana justificó su decisión en su objetivo de crear "un proceso de reflexión pausado y ordenado" sobre el modelo turístico de la ciudad. Hay que recordar que la fundadora de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha expresado abiertamente su intención de limitar el número de turistas que llegan mediante cruceros a la ciudad.
La moratoria de Colau paralizó de golpe unos 30 proyectos de hoteles que estaban en marcha en Barcelona, lo que provocó las críticas de las patronales catalanas.
Y ahora, Carmena se ha olvidado de sus intentos de desmarcarse de Colau. De hecho, la marcha del gigante chino Wanda de la capital, está muy lejos de servir de escarmiento. Según ha publicado Expansión, la regidora ha encargado un informe sobre la ocupación hotelera en Madrid y el número de hoteles "para valorar si hay saturación". Tal y como informa el diario, esta decisión esta haciendo "crecer el recelo ante la posibilidad de que imponga una moratoria como en Barcelona".
La Dirección General de Estrategia Urbana, dependiente del Ayuntamiento de Madrid, es la que se va a encargar de realizar la auditoría "para determinar si hay saturación en la capital". Las zonas que más le interesan a Carmena son Lavapiés y la zona Centro, donde abundan hostales y hoteles de tres estrellas.
Según fuentes del mercado, las conclusiones del informe estarán listas en dos o tres meses. "El objetivo es evitar que la proliferación de nuevos proyectos hoteleros inunde de plazas la capital", explican.