La economía global presenta un crecimiento anémico y más vulnerable. Es una de las conclusiones del estudio presentado este miércoles por BBVA Research. El aumento en la intensidad y en la probabilidad de que los riesgos previstos se cumplan hace que la entidad revise, de nuevo, a la baja la previsión de crecimiento de la economía mundial hasta el 3,2%. Es decir, el mundo seguirá creciendo, pero cada vez menos.
La ralentización de la economía China y otros emergentes, los bajos precios de las materias primas -fundamentalmente del petróleo- y la máxima volatilidad en los mercados financieros son algunas de las causas de este menor crecimiento económico global.
En nuestro país la economía "registrará tasas de crecimiento alrededor del 2,7% durante los próximos dos años", una tasa por debajo de la experimentada en 2015. Además, el estudio presentado este miércoles por BBVA mide el impacto de la incertidumbre política sobre el crecimiento en nuestro país. Una medición que se explica desde el punto de vista de las dudas sobre la política económica que se va a implementar en los próximos años.
Los análisis indican que el aumento en el nivel de incertidumbre sobre la política económica reducen de manera significativa la actividad.
El informe establece que si continúan estas dudas sobre las medidas económicas que va a aplicar el nuevo Gobierno esto puede suponer una reducción en el crecimiento del PIB de entre "0,2 y 0,5 puntos este año".
Si esta situación se extiende en el tiempo, ese coste para el crecimiento de nuestra economía puede elevarse hasta el 1,1 del PIB en 2017, tal y como ha explicado Rafael Doménech, economista jefe de Economías Desarrolladas de BBVA Research.
Sin embargo, el estudio no analiza posibles cambios en las medidas o reformas de los gobiernos. Es decir, únicamente mide el impacto de la incertidumbre por lo que la aplicación de medidas económicas incorrectas podría suponer una mayor caída del PIB. Aunque desde BBVA Research no entran a valorar programas de Gobierno, consideran que las medidas económicas adoptadas "eran necesarias".
A estos vientos de cara para la economía española -factores y riesgos externos e internos-, hay que añadir otro: el incumplimiento del déficit. Desde BBVA Research consideran que, pese a no haber aún datos oficiales del déficit de 2015, todo apunta a que el Gobierno va a incumplirlo de nuevo en cerca de medio punto. Un dato que no mejorará, según Doménech, en 2016. Una nueva desviación que si se perpetúa "puede tener efectos negativos sobre el crecimiento" de la economía española.