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Funnydent o cuando la empresa atrapa el dinero de sus clientes

Corporación Dermoestética, Opening y Wall Street Institute son algunos de los precedentes del caso Funnydent.

Corporación Dermoestética, Opening y Wall Street Institute son algunos de los precedentes del caso Funnydent.
Algunos locales de la polémica

El escándalo de las clínicas Funnydent se ha saldado con su dueño en prisión y con miles de clientes con tratamientos dentales incompletos. A finales del mes de enero, esta enseña con sede en Madrid, cerraba sin previo aviso sus locales en: Móstoles, Leganés, Alcorcón, Fuenlabrada, Alcobendas, Torrejón de Ardoz, Sabadell y Mataró, dejando a clientes y trabajadores estupefactos a las puertas de los establecimientos.

Pocos días después, la justicia acordaba la prisión provisional y sin fianza de su responsable, Cristóbal López Vivar, por un presunto delito de estaba. Al hecho de que muchos de esos clientes hubieran pagado por adelantado los servicios contratados o que hubieran solicitado financiación vinculada al servicio, habría que unirle que otros tantos de sus trabajadores llevaban meses sin cobrar "a pesar de los beneficios que al parecer ofrecía el negocio, de aproximadamente un millón y medio de euros al mes, tal y como ha reconocido el propio investigado", según la juez.

De hecho, varios empleados de las clínicas han denunciado en varios medios de comunicación las deficiencias de Cristóbal López en la gestión de las clínicas Funnydent, que "estaban a reventar" de pacientes.

"La empresa le pagaba hasta el dinero del herrero de sus caballos. Me llegó a decir que le preparase un sobre con 500 euros y unas flores para una amiga de su hija. Nos llevó a dos chicas y a mí a comprarnos ropa a cuenta de la empresa", cuenta una trabajadora a ABC. "No había una contabilidad seria. Cogía dinero de la caja y se iba a comprar flores para sus empleadas, ropa, relojes, o les pagaba la mudanza. O lo usaba para pagar al herrero de sus caballos. Les pedía a las directoras que se hiciesen vídeos arrojando al aire los billetes de la recaudación del día. Les compraba Iphones. Un descontrol", relata otra a El Mundo.

Pero aunque escándalo se ha cernido sobre Funnydent, este caso no es el único que implica a una empresa que echa el cierre dejando a multitud de afectados sin los servicios contratados y con deudas a sus espaldas. Corporación Dermoestética, Openingo Wall Street Institute son algunos de los más sonados.

Corporación Dermoestética

En diciembre de 2014, la empresa valenciana Corporación Dermoestética solicitó el preconcurso de acreedores por atesorar una deuda a corto plazo de 15,4 millones de euros. La solicitud incluía el cierre de los 45 centros que tenía repartidos por toda España (propios, no franquiciados) y el despido de más de 300 empleados, la totalidad de su plantilla. En febrero de 2015, el juez aceptaba la liquidación total de la compañía valenciana especialista en medicina y cirugía estética.

La debacle de la compañía de José María Suescun dejaba a miles de pacientes afectados. Algunos, habían financiado previamente tratamientos que nunca llegaron a realizarse, otros, perdieron la terapia postoperatoria y las revisiones correspondientes. Un bufete de abogados de Valencia ha creado una plataforma de afectados para asesorar a los perjudicados.

Las academias de Opening

Aunque en el caso de Corporación Dermoestética sería muy precipitado hablar de estafa, el escándalo de Opening, tras el cierre de las academias de inglés, podría asemejarse aún más a lo que ha ocurrido en Funnydent.

En agosto del año 2002, la academia especializada en clases de inglés, Opening, cerraba de repente sus 138 academias propias y franquiciadas distribuidas por nuestro país. Alrededor de 90.000 alumnos se quedaron sin clases y sin el dinero que habían pagado por los cursos, que rondaban los 1.500 euros. Lo más escandaloso es que de esa cuantía, unos 45.000 alumnos habían solicitado un crédito a un banco para pagar el curso a través del plan de financiación de Opening.

Ha pasado más de una década desde que la empresa de Rafael Macías decidiera suspender su actividad. Asociaciones de consumidores como FACUA,ADICAE, AUSBANC o la OCU han logrado, más tarde que pronto, sentencias favorables a los alumnos que anulasen los créditos contraídos con las entidades financieras e indemnizaran a los afectados.

Y su competidor: Wall Street Institute

Un año después la principal competidora de Opening, Wall Street Institute, seguía el mismo modus operandi para desaparecer. En 2003, decidía cerrar 70 academias dejando a sus alumnos atrapados.

Los clientes firmaban créditos por cursos de inglés de más de 1.000 euros, pero cuando suspendían las clases, se veían obligados a seguirlos pagando. En 2005, la justicia determinó que los bancos tendrían que devolver a sus alumnos las cuotas mensuales que les cobraron desde que se dejaron de impartir las clases.

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