El pasado sábado 30 de enero, Libre Mercado alertaba del "toque" que la troika le ha dado al gobierno de Portugal. Y es que, como recogía este periódico, los técnicos de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional recibieron muy negativamente el borrador presupuestario enviado a Bruselas por el "pacto de izquierdas" que preside Antonio Costa.
Pues bien, la reacción del Ejecutivo luso no ha tardado en llegar. Así, está previsto que el Consejo de Ministros apruebe una batería de subidas fiscales que se aplicará de manera inmediata para evitar un desfase presupuestario por encima de lo que toleran las autoridades europeas.
El "sablazo" fiscal aprobado por Costa está valorado en 400 millones de euros y se concentra en gravámenes especiales como los aplicados al tabaco y los combustibles. En el caso de los carburantes, la tasa será de 6-7 céntimos por litro, frente a los 4-5 que se habían barajado en primera instancia.
Pero hay más. Por un lado, el gabinete de Costa subirá el impuesto de circulación que abonan los propietarios de automóviles. Por otro lado, subirán las tasas aplicadas al sector financiero, con el objetivo de aumentar un 40% los ingresos obtenidos por esta vía.
Bruselas pide más
La Comisión Europea ha recibido de buen grado el nuevo plan presupuestario, pero ha advertido que sigue habiendo riesgo de incumplimiento en los objetivos de déficit, lo que se traducirá en una nueva ronda de ajustes a lo largo de los próximos meses.