¿Quién va a constituirse como autónomo o montar un negocio en este clima de inestabilidad política? ¿Qué trabajador por cuenta ajena puede soportar que su mayor cliente le pague a 320 días? Y algo, si cabe, más importante, ¿cuántos puestos de trabajo se están perdiendo por estos dos factores? Es difícil saber con exactitud qué lleva a un trabajador por cuenta propia a darse de baja en el régimen especial de trabajadores autónomos, pero lo que es más fácil es cuantificarlo.
En enero, se perdieron 18.526 empleo autónomos, prácticamente la mitad de lo que sumaron en todo 2015 cosechando el peor dato de los últimos tres años. En enero de 2013 la cifra fue de 15.727 autónomos, en 2014 se registraron 11.560 menos y en enero de 2015 el número de trabajadores por cuenta propia descendió en 11.417 personas.
Desde la Federación de Trabajadores Autónomos (ATA) ya habían alertado des esta situación. "Las consultas por el tipo de contrato han bajado mucho en enero. Las agendas de los asesores de ATA que atienden estos casos están vacías", explica Lorenzo Amor, presidente de ATA, a Libre Mercado.
Morosidad e incertidumbre, dos ingredientes que están provocando que muchos pequeños empresarios se vean obligados a cerrar sus negocios o a despedir a algunos de sus trabajadores. Por ello, desde ATA exigen a los políticos "estabilidad y certidumbre, que piensen en los ciudadanos y en el empleo, que dialoguen y consensúen para buscar acuerdos que permitan un Gobierno estable", ha señalado a Amor.
Un colectivo que es clave para la creación de empleo y que cuenta, pese a la reducción de 18.257 personas, con 3.149.472 trabajadores. En términos interanuales, el régimen de trabajadores autónomos ha sumado en los últimos 12 meses 35.083 personas, el 1,13%. Dato que contrasta con esa pérdida de casi la mitad del dato anualizado sólo en el mes de enero. Así, el presidente de los autónomos califica el mes de enero como "negro" para el empleo ya que cuando los empresarios "no ven panoramas de certidumbre no se crea empleo ni se renuevan contratos".
Además, como vienen alertando desde el sector "la morosidad ha vuelto a ser un problema. Ha empezado a crecer en comunidades autónomas y muchos ayuntamientos", ha asegurado. "Uno hace un trabajo el día dos de febrero y no lo cobra hasta julio. Eso es un problema, lo único que planteo es que piensen las autoridades si estuviesen sin pagar a sus funcionarios durante cuatro o cinco meses".
Esta mora pone en grave peligro el trabajo de muchos pequeños empresarios. "Estábamos ganando la batalla a la morosidad, pero tras las elecciones autonómicas y el cambio de gobierno, muchos ayuntamientos se han empezado a relajar", explica Amor.