Eurostat acaba de publicar su último informe sobre la evolución de la recaudación fiscal en los países miembros de la Unión Europea. De las cifras presentadas por las cifras de la oficina estadística comunitaria se desprende que el esfuerzo tributario que soportan los contribuyentes españoles ha crecido notablemente desde que estalló la crisis.
De acuerdo con los números de Eurostat, el peso de los ingresos tributarios ha pasado del 35,9% de 2005 al 32,1% de 2010, tras lo cual subió al 33,8% en 2013 y al 34,4% en 2014, último ejercicio auditado por Bruselas.
Si cruzamos estos datos de recaudación fiscal con el número de españoles ocupados que arroja el INE, podemos estimar el aumento del esfuerzo que asumen cada vez los contribuyentes que siguen trabajando y, por ende, constituyen el pilar de la recaudación obtenida año tras año.
Subida del 24%
De acuerdo con este ejercicio, el coeficiente de esfuerzo fiscal observado en 2008 era del 1,59. Ese año, España tenía a 20,6 millones de ocupados y soportaba una presión fiscal del 32,9% del PIB. En el ejercicio siguiente (2009), el peso de los ingresos tributarios era del 30,6% y el número de trabajadores empleados era de 19,3 millones. El coeficiente de esfuerzo fiscal se mantenía en el 1,58.
A partir de 2010, las subidas de impuestos empiezan a sucederse a nivel nacional, regional y municipal. La presión fiscal sube al 32,1%, mientras que el total de ocupados desciende a 18,7 millones. El coeficiente del esfuerzo asumido por los contribuyentes aumenta a 1,72. Un año después, en 2011, dicho indicador salta hasta 1,73, con una presión fiscal del 31,9% y unos 18,4 millones de trabajadores con empleo.
La nueva ronda de aumentos fiscales que tuvo lugar en 2012 elevó la presión fiscal hasta el 32,7% del PIB. Con 17,8 millones de ocupados, esto supuso un nuevo aumento del coeficiente de esfuerzo tributario hasta niveles del 1,84. Un año después, en 2013, nos encontramos con 17 millones de trabajadores con empleo y una presión fiscal del 33,8%: el esfuerzo fiscal salta al 1,99.
Para 2014, último año para el que contamos con datos de Eurostat, el número de ocupados sube a 17,5 millones de personas y la presión fiscal llega al 34,4%. Esta evolución supuso un leve descenso del esfuerzo fiscal, que cerró en el 1,97.
Así las cosas, si comparamos los datos de 2008 con los de 2014, vemos que el esfuerzo fiscal ha subido un 24%. Si en el primer año de la crisis había 20,6 millones de ocupados soportando el grueso de una recaudación del 32,9% del PIB, en el último año analizado vemos que 17,5 millones de empleados aportaban la parte del león de una recaudación total del 34,4% del PIB.