Malas noticias para quienes pensaban que la llegada de Ada Colau a la alcaldía de Barcelona no tendría un impacto negativo en la economía local. Según ha admitido el Ayuntamiento de la Ciudad Condal en una respuesta oficial a la que ha tenido acceso El Mundo, la apertura de negocios se ha desplomado a lo largo del último semestre de 2015.
Así, entre los meses de agosto y diciembre apenas hubo 96 solicitudes para obtener la licencia de actividad, requisito burocrático imprescindible para abrir un negocio. Esta cifra es la más baja en cuatro años y devuelve a Barcelona a los peores momentos de la crisis.
Comparando los datos con el primer semestre de 2015, cuando aún gobernaba Xavier Trias, apreciamos un descenso del 36%. Si hablamos del segundo semestre, las 117 solicitudes de 2014, las 173 de 2013 o las 196 de 2012 se quedan muy por encima de las 96 del primer semestre de gobierno de Colau.
Más trabas y obstáculos
Pero no solamente hay menos peticiones para abrir negocios. También hay menos resoluciones satisfactorias de los expedientes recibidos, un indicador del que se desprende algo preocupante: cada vez hay más trabas y obstáculos para obtener las autorizaciones pertinentes y poder abrir un negocio.
Así, en el segundo semestre de 2015, el gobierno de Colau solamente resolvió 117 solicitudes, una cifra claramente inferior a las 214 del año anterior que supone un descenso del 45%.