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Cuatro claves sobre el futuro del empleo en 2025 de las que se habló en Davos

Las nuevas tecnologías cambiarán la realidad a muy corto plazo. Miles de trabajos quedarán obsoletos y aparecerán otros nuevos.

Las nuevas tecnologías cambiarán la realidad a muy corto plazo. Miles de trabajos quedarán obsoletos y aparecerán otros nuevos.
Los expertos aseguran que nuestras oficinas (y tareas) cambiarán mucho antes de lo que nos pensamos. | Corbis

En 1989, Robert Zemeckis rodó la segunda parte de su taquillazo, Regreso al futuro. En esta secuela, Marty McFly no viaja al pasado, sino al futuro, en concreto al 21 de octubre de 2015. Hace poco que se cumplió la efeméride y parece que las apuestas de los guionistas respecto de lo que pasaría 25 años después no fueron especialmente proféticas. Se acercaron en algunas cosas (por ejemplo, en esa televisión con la que se pueden hacer videollamadas) y se quedaron muy lejos en otras (como las autopistas para coches volantes).

En Davos, cada año, se reúnen economistas, políticos, periodistas, sabios y gurús varios. Hablan de todo, pero la futurología también es habitual en los principales debates. ¿Qué va a pasar en las próximas décadas? ¿Cómo será el mundo de 2040? ¿Cuáles son las tendencias de la economía mundial en los que vienen? Habría que ver si lo que han escrito en años anteriores todos estos líderes mundiales ha tenido más éxito que Zemeckis y los suyos. No parece que acierten demasiado, pero no desfallecen. Este año, el tema estrella ha girado en torno a la pregunta de cómo cambiará nuestras vidas la que se ha dado en llamar "Cuarta Revolución Industrial". En palabras de Fulvia Montresor, directora de tecnología del World Economic Forum, "ésta es una revolución dirigida por el asombroso alcance de las nuevas tecnologías que están borrando las fronteras entre la gente, internet y el mundo físico".

Son cosas de las que se habla a menudo, pero a veces parecen muy lejanas. Ya no. Viendo las respuestas de los asistentes a las conferencias, uno se pregunta si es posible que todo eso vaya a ocurrir en tan corto período de tiempo. No sólo eso. Todos estos avances tienen una derivada en el mercado laboral. Habrá áreas en las que se disparará la demanda de profesionales y otras que serán borradas de un plumazo por los nuevos avances. La historia de la humanidad es una demostración constante de cómo estos avances no sólo no empobrecen, sino que generan más riqueza bienestar y empleo. Aún así, probablemente resurgirá alguna forma de neo-ludismo (aquel movimiento que destrozaba las máquinas que creían que les robaban el trabajo). Habrá tensiones entre países y continentes. Las posibilidades se multiplicarán y nuestra calidad de vida también. Las siguientes son las predicciones más interesantes-curiosas-llamativas realizadas por los sabios reunidos en la localidad suiza. ¿Tendrán razón?

Las predicciones

El siguiente gráfico recoge las respuestas de 800 ejecutivos expertos del sector tecnológico. Les preguntaron su opinión acerca de la implantación de diferentes tecnologías en la próxima década. Es decir, si creían que estas novedades estarían operativas para el año 2025. Puede parecer mucho tiempo, pero hablamos de menos de una década y algunos de los cambios por los que apuestan serían muy llamativos. Por ejemplo, el 91% de estos gurús cree que el 10% de las personas llevará ropa que estará conectada a internet, el 84% apuesta porque el primer coche realizado con una impresora 3D estará en la cadena de montaje y el 78% piensa que el número de coches sin conductor (autónomos) alcanzará el 10% de los que estén circulando, lo que implicaría una cuota de mercado en nuevas ventas a partir de 2020 por encima del 20-25%.

WEF 2016

Podría decirse que el párrafo anterior es la parte positiva, pero este desarrollo también tiene otra cara. Las nuevas tecnologías harán que miles de puestos de trabajo ya no sean necesarios. Al igual que ahora hay menos mozos de cuadra que en 1900 o menos taquilleros de cine que en 1980, en 2025 o 2030 habrá menos trabajadores en otros puestos. El siguiente gráfico muestra los empleos que más probabilidades tienen de ser automatizados, según un estudio de la Universidad de Oxford. El primero sería algo así como "agente de préstamos" y haría referencia a aquellas personas que evalúan la idoneidad de una persona para ser merecedora de un crédito. Cada vez más, la decisión la tomará un ordenador, en función de las características del peticionario: ingresos, historial de pagos, bienes en propiedad, cantidad demandada…

Como vemos, muchos otros oficios más comunes también están en peligro, desde recepcionistas a comerciantes, taxistas o guardas de seguridad. No es que vayan a desaparecer, pero sí que disminuirá su número y probablemente cambien mucho sus tareas (entre otras cosas porque tendrán que interactuar con los ordenadores, que les proveerán de información). En el lado contrario de la escala, parece que abogados, músicos, profesores o médicos tienen poco de lo que preocuparse: los ordenadores también cambiarán la forma en la que ejecutan sus trabajos, pero la presencia de un humano en estas ocupaciones seguirá siendo imprescindible.

WEF 2016

Esto nos lleva al siguiente gráfico, que recoge qué es lo que están buscando las empresas de 2015 y qué buscarán en 2020. No nos referimos tanto a una titulación oficial o una formación reglada, sino más bien a las habilidades que los empleadores más valoran. No es algo baladí. Por ejemplo, hace medio siglo, las pruebas de los departamentos de recursos humanos se centraban en conocimientos objetivos más o menos fáciles de comprobar.

Según una encuesta realizada en empresas norteamericanas en los años 60, la habilidades más buscadas eran el dominio del lenguaje y de las reglas matemáticas básicas. Y desde el punto de vista de la titulación, la clave era tener un grado en una de las universidades de más fama. Ahora, la lista de habilidades la encabezan la capacidad para resolver problemas complejos, trabajar en equipo o dirigir a un grupo de personas. En los próximos años, las modas dicen que lo más preciado serán el pensamiento crítico o la creatividad. Y en el sector de la educación, los grandes actores se están moviendo mientras muchos de los títulos tradicionales y las carreras clásicas pierden su atractivo para estudiantes y empresas.

WEF 2016

Con todo esto en la cabeza, habrá quien se pregunte qué es lo que debe hacer para adaptarse al nuevo mercado laboral que se nos viene encima. ¿Cambiar de sector? ¿Dar unos cursos? Sólo con inglés e informática ya no se va ni a la vuelta de la esquina. Según el informe del WEF, El futuro del empleo, habrá industrias que perderán millones de empleos en los próximos cinco años y otras que los ganarán. Como puede verse en el siguiente gráfico, entre los que pierden tenemos los trabajos administrativos y manufactureros; los ganadores del cambio están más distribuidos, con el sector financiero y el informático en cabeza de la tendencia positiva.

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