El pleno del Parlamento andaluz aprobó el pasado mes de diciembre la ley de medidas urgentes para "favorecer la inserción laboral". Se trata de una nueva modalidad de Plan E a la andaluza que tendrá una dotación de 422 millones y la capacidad, según sus estimaciones, de generar más de 60.000 empleos. La norma salió adelante con los votos de PSOE, PP y Ciudadanos, la abstención de Podemos y el voto en contra de IU.
De esa cuantía, 172 millones irán destinados a disminuir el precio de contratación para el empresario, mientas que 250 millones irán derechos a manos de los ayuntamientos andaluces que contraten, según recoge el blog Desde el exilio.
Esta lluvia de millones se repartirá siguiendo criterios de población y desempleo de cada localidad. Al más puro estilo del Plan E de Zapatero, los contratos serán en todo caso por obra o servicio, tendrán una duración de tres o seis meses y se harán a jornada completa.
La medida incluye ayudas de entre 1.300 euros y 1.700 mensuales brutos por contrato que realicen los ayuntamientos y por supuesto, los empleos que se generen no tienen por qué crear valor alguno. Curiosamente, en dos tercios de los cabildos de la región gobierna el PSOE.