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Subvencionar la compra de coches demuestra ser un fiasco

Cada tonelada de CO2 que se dejó de emitir le costó al contribuyente 602 euros, frente a los 14 euros del mercado de derechos de emisiones.

Cada tonelada de CO2 que se dejó de emitir le costó al contribuyente 602 euros, frente a los 14 euros del mercado de derechos de emisiones.

La revista Transport Policy acaba de publicar una interesante investigación sobre el impacto económico y medioambiental del Plan 2000E. El estudio ha sido coordinado desde las Universidades de Barcelona y Las Palmas de Gran Canaria y ha contado con la colaboración del Instituto Universitario Europeo de Florencia, en Italia.

El balance de este plan estrella diseñado por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero no puede ser más devastador. Según concluye el estudio, el erario público ha perdido 300 millones de euros con este sistema de ayudas a la compra de coches menos contaminantes.

Ni siquiera aplicando un criterio medioambiental se puede decir que la iniciativa de Zapatero saliese bien. Y es que, de acuerdo con el estudio que recoge Transport Policy, descontar el valor de las toneladas de CO2 que dejaron de emitirse tampoco es suficiente para evitar los "números rojos" del proyecto.

Rebajas de 2.000 euros

Los coches que se podían acoger al Plan 2000E tenían más de diez años de antigüedad, ya que la iniciativa del gobierno socialista buscaba reducir las emisiones de CO2 a base de renovar el parque automovilístico español.

El Plan 2000E buscaba responder al descenso de ventas de la industria automovilística a base de rebajas de 2.000 euros que se financiaban de manera bipartita. Así, el gobierno central aportaba 500 euros y las quince regiones participantes añadían otros 500 euros más. El resto corría a cargo de los fabricantes.

En total, 461.838 vehículos se acogieron a este programa, lo que supuso un gasto de 462 millones de euros para las arcas públicas. Los ingresos obtenidos por la vía fiscal fueron inferiores a esta cifra en 300 millones de euros.

Los autores del estudio apuntan que el precio de los coches no solamente no bajó, sino que se encareció en 1.000 euros por unidad. De esta forma, los fabricantes convirtieron estas ayudas al consumidor en un subsidio para la industria.

Juan Luis Jiménez, Jordi Perdiguero y Carmen García, los tres autores del estudio, apuntan que las ventas solamente crecieron un 5%, seis veces menos que el 30% necesario para que la rebaja de las emisiones de CO2 fuese eficiente desde el punto de vista económico y medioambiental.

El informe señala, además, que cada tonelada de CO2 que se dejó de emitir gracias al Plan 2000E le costó al contribuyente 602 euros, cuando su precio en los mercados de derechos de emisiones es de apenas 14 euros.

Programas ineficientes

Otros estudios dedicados a esta cuestión han destacado la ineficacia de este tipo de programas. No solamente se trata del Plan 2000E, sino que esfuerzos posteriores como el Plan PIVE se han movido entre el despilfarro y el fraude.

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