La llegada de Manuela Carmena al Ayuntamiento de Madrid puso en jaque importantes proyectos urbanísticos. Quizá el más sonado es la Operación Chamartín, una iniciativa promovida por BBVA que pretende transformar la zona Norte de la Castellana en el marco de una inversión que supera los 6.000 millones de euros.
Pero hay otras iniciativas urbanísticas e inmobiliarias de gran alcance que también se han visto afectadas por el cambio de gobierno en la capital española. Quizá las más importantes son las que promueve el magnate chino Wang Jianlin, que está dispuesto a invertir miles de millones de euros en la capital española.
El Grupo Wanda, vehículo empresarial de Jianlin, ha puesto encima de la mesa varias actuaciones para la capital española:
- En primer lugar, la Operación Campamento, que consiste en transformar unos terrenos infrautilizados del Ministerio de Defensa en un gran complejo residencial y de ocio en el que se construirían entre 10.000 y 15.000 viviendas. La inversión prevista ronda los 3.000 millones de euros.
- En segundo lugar, el proyecto de renovación del Edificio España, ubicado a los pies de la Gran Vía. Este gran inmueble era propiedad del Banco Santander y fue adquirido por Wanda a cambio de 265 millones de euros. El proyecto de la compañía china era remodelar el edificio para desarrollar viviendas de lujo, un hotel y un centro comercial.
- En tercer lugar, la reforma de la Plaza de España. Esta iniciativa público-privada, a la que Jianlin quería inyectar 30 de los 90 millones de euros requeridos, planteaba el soterramiento del tráfico rodado, el desarrollo de un gran aparcamiento y la peatonalización de la confluencia de este núcleo con los Jardines de Sabatini y el Templo de Debod.
- En cuarto lugar, las inversiones de Wang Jianlin en el Atlético de Madrid. El empresario chino es propietario del 20% de las acciones del club a raíz de un acuerdo valorado firmado en enero de 2015 y valorado en 45 millones de euros. Su presencia en el equipo que dirige Diego Pablo Simeone se pactó en el marco de una operación urbanística que debía servir para que los colchoneros cambiasen su estadio actual, el Vicente Calderón, por un nuevo coliseo rojiblanco, ubicado en La Peineta.
Sin embargo, la agenda inversora de Wang Jianlin no solamente estaba llamada a darle un lavado de cara a la capital de España, sino que también tenía ramificaciones en otras regiones. Un ejemplo lo tenemos en su intención de comprar el complejo de vacaciones Marina D’Or, una operación valorada en 1.200 millones de euros.
¿Adiós a España?
Sin embargo, al igual que ha ocurrido con la Operación Chamartín, el nuevo gobierno municipal de Ahora Madrid se ha convertido en un obstáculo para la realización de estos ambiciosos planes. De hecho, fuentes consultadas por Libre Mercado apuntan que el Grupo Wanda ya está barajando la posibilidad de dejar España y abandonar todos o casi todos los proyectos descritos anteriormente.
El primer paso para la salida sería la venta del Edificio España. Como explicó Libre Mercado, "el rifirrafe entre Wang Jianlin y el Ayuntamiento de Madrid dejará en el aire el futuro del inmueble. La compañía china planea vender el histórico edificio madrileño debido a las trabas del consistorio que dirige Manuela Carmena a su proyecto. La decisión llega desde Pekín y ya se ha comunicado a los trabajadores del grupo en España, que serán despedidos progresivamente. La idea de la empresa es vender el edificio y olvidarse de todo lo referido a este proyecto, incluso aunque tengan que rebajar el precio que pagaron en su momento y asumir pérdidas".
La renuncia a la renovación del Edificio España ha desencadenado, en paralelo, el adiós definitivo de Wanda al proyecto de reforma de la Plaza de España. Esta iniciativa ha sido repudiada por el gobierno de Ahora Madrid, que ha dado la espalda a la iniciativa que estaba barajando el anterior equipo municipal y ha optado por anunciar la convocatoria de un "concurso internacional para la regeneración de la Plaza y su entorno".
Pero también la Operación Campamento se ha quedado en suspenso como consecuencia del cambio de gobierno. La actuación iba a generar la friolera de 30.000 puestos de trabajo en la capital de España, pero el Ayuntamiento no ha mostrado interés por sacar adelante esta actuación y se ha limitado a descalificar las decisiones tomadas por el Ministerio de Defensa en relación con la gestión de los terrenos en los que se levantaría el complejo. Este proyecto está, hoy por hoy, en vía muerta.
En cuarto lugar, por si acaso no fuese suficiente con todo lo anterior, el gobierno de Carmena también recela del traslado del Atlético de Madrid al estadio de La Peineta. En octubre de 2015, Ahora Madrid apuntó que otorgar una licencia pendiente para la agilización del proyecto "es inviable" y señaló, además, que "es imposible hacer estimaciones sobre el traslado o la finalización de la obra". Esto también redunda de manera negativa en la participación de Jianlin en el Atlético de Madrid, aunque de momento el grupo chino no tiene intención de abandonar el club, y confían en poder completar el proyecto previsto en este ámbito..
Por último, las negociaciones sobre la compra de Marina D’Or también se mantienen, pero la suspensión del Edificio España arroja en todo caso una señal negativa sobre el resto de planes del grupo en España.
5.000 millones y 35.000 empleos
En suma, las inversiones que Jianlin tenía previstas se acercaban a los 5.000 millones de euros, mientras que el empleo ligado a las mismas se situaba en el entorno de los 35.000 puestos de trabajo.
De nada habrán servido, por tanto, las reuniones que ha mantenido la empresa china con dirigentes del PP y del PSOE como Cristina Cifuentes o Antonio Miguel Carmona. Y es que, en última instancia, la postura obstruccionista y anticapitalista del gobierno de Manuela Carmena puede hacer que toda esa riqueza nunca llegue a nuestro país.