A finales de octubre, el Ayuntamiento de Madrid elevó a la Comisión de Precios de la Comunidad de Madrid una propuesta que instaba a aumentar un 66% el precio de la tarifa mínima por los servicios de taxi prestados en la capital de España.
El efecto de esta medida hubiera sido el encarecimiento de la "bajada de bandera" desde los 2,4 hasta los 4 euros. Dicho precio iba a cubrir el primer kilómetro de recorrido, punto a partir del cual empezaría a funcionar el taxímetro.
El gobierno de Manuela Carmena quería que la Comisión de Precios de la Comunidad de Madrid diese el visto bueno a esta medida antes del 1 de enero de 2016, fecha en la cual estaba prevista la entrada en vigor de la nueva tarifa.
Sin embargo, Cristina Cifuentes ha vetado esta propuesta y ha apostado por congelar los precios en los niveles actuales. Por tanto, la bajada de bandera seguirá en 2,9 euros mientras que los demás precios seguirán estables: 30 euros por el traslado al aeropuerto, 1,05 euros por kilómetro recorrido, 20,5 euros por cada hora parada, 3 euros de suplemento en las salidas de estaciones de tren o en los viajes a Ifema y 6,7 euros de suplemento en Nochebuena y Nochevieja.