El Parlamento de Grecia aprobó el domingo a primera hora el presupuesto para 2016, que prevé crecimiento cero en 2015 y una leve contracción en 2016, pero que espera lograr miles de millones a través de nuevas medidas de austeridad. Este presupuesto es el primero que lleva el Gobierno de Syriza, presidido por Alexis Tsipras, al Parlamento.
Para 2016, el presupuesto prevé una leve caída del 0,7% del PIB, frente a la previsión de una contracción del 1,3%. Además, el Gobierno también prevé que Grecia pueda acudir a los mercados de bonos en el segundo semestre de 2016.
El presupuesto para 2016 mantiene los actuales objetivos del Gobierno de un déficit primario -descontando los intereses de la deuda- del 0,2% del PIB para este año, y de un superávit primario del 0,5% del PIB en 2016, en línea con el acuerdo de rescate. La deuda pública debería alcanzar el 187,8% del PIB en 2016 frente al 180,2% de este año. La tasa de desempleo debería situarse en el 25,4% de media en 2015, y mantenerse igual el año próximo.
El Ministerio de Finanzas prevé ahorrar cerca de 2.500 millones de euros el próximo ejercicio a través de recortes del gasto y prevé aumentar los ingresos en unos 3.200 millones principalmente a través de nuevos y mayores impuestos. El ajuste fiscal asciende, por tanto, a un total de 5.700 millones en 2016. El recorte previsto se concentrará en pensiones (unos 1.800 millones) y gastos de Defensa (unos 500 millones extra). En total, los presupuestos prevén un gasto de 55.664 millones de euros, 83 millones de euros más que en 2015, y unos ingresos de 53.091 millones, 436 millones más que en el año en curso.
El Gobierno de coalición de Syriza se enfrenta a una serie de obstáculos dado que tiene que implementar más medidas de austeridad y más reformas económicas en los próximos meses. Una delegación de inspectores internacionales viajará a Atenas esta semana para valorar los progresos logrados respecto a un conjunto de reformas que el Gobierno tiene que haber implementado para el 11 de diciembre para poder desbloquear el próximo tramo de ayuda financiera.
El tema de las pensiones forma parte del paquete que Grecia debe cumplir para que se inicie la primera evaluación de las reformas ligadas al tercer rescate, lo que previsiblemente ocurrirá en los primeros meses de 2016. Del éxito de esta revisión depende que los acreedores decidan abrir el debate sobre una posible reestructuración de la deuda.