Desde su entrada en política, el banquero Emmanuel Macron se ha convertido en un símbolo del pragmatismo liberal que el primer ministro Manuel Valls pretende introducir en el recetario de los socialistas franceses.
Este mes, este profesional de las finanzas formado en la casa Rothschild ha dado un paso adelante en las filas de la izquierda gala. Tras un año de reuniones de alto nivel en París, Macron ha participado en su primer acto político fuera de la capital. En círculos socialistas se ha interpretado esta decisión como la confirmación de que la entrada en política de este banquero no ha sido algo puntual.
Su visita a Cahors no fue precisamente sencilla. Como recoge el Financial Times, "las bases del Partido Socialista le presionaron con dureza por las reformas liberales que ha defendido en París". Quizá el momento más destacado llegó cuando fue interpelado por un votante que le reprochó sus elogios al capitalismo.
Para ser precisos, Macron apuntó que le gustaría que más jóvenes franceses tengan la ambición de ser multimillonarios. El ministro de Finanzas de la Administración Valls no solamente no replegó velas sino que declaró lo siguiente:
En Francia no dejamos que la gente tenga fracaso, eso nos parece malo. Sin embargo, si alguien tiene demasiado éxito, lo consideramos indecente y pensamos que es algo horrible derivado del capitalismo. Yo no estoy de acuerdo: quiero que entre los jóvenes haya una ambición máxima.
Sus primeros actos políticos también han estado marcados por la presencia de activistas del Frente Nacional. Macron tampoco ha cedido ante el antiliberalismo de la extrema derecha gala:
Si su respuesta a nuestros problemas es salir de la Eurozona, que me perdonen pero eso es un sinsentido.
"Quiero seguir en política"
A los sectores más anticapitalistas de la izquierda francesa no les hace mucha gracia que Macron haga este tipo de declaraciones. Critican incluso que acuda vestido de traje a estos actos informales. Sin embargo, Macron tiene claro que quiere seguir en política más allá de 2017.
Preguntado por el FT, Macron ha señalado que "mi objetivo es que estas ideas que defiendo ganen terreno y progresen. Quiero que crezca la movilización en torno a las ideas que estoy defendiendo. No descarto, por tanto, ir en las listas de las próximas elecciones. Es una opción".
Las reformas de Macron
Entre las medidas que Macron ha introducido en la agenda del Partido Socialista está la flexibilización del mercado de trabajo, la rebaja de impuestos, la apertura de horarios comerciales, la privatización de activos, la liberalización del transporte o la desregulación de determinados servicios profesionales.
Entre las filas de la izquierda, estas reformas han generado críticas y desencuentros. Sin embargo, las encuestas de Ipsos colocan a Macron entre los cinco políticos más populares de su país, por encima del presidente François Hollande, del primer ministro Manuel Valls o del líder de la oposición Nicolás Sarkozy.
En opinión de Macron, "la vida política francesa ya no puede explicarse en términos de izquierdas y derechas. Si vemos el balance de los años de Chirac o Sarkozy, nos encontramos con que no solamente no han reducido el tamaño del Estado sino que lo han aumentado". Toda una declaración de intenciones.