El grupo automovilístico Volkswagen quiere impulsar la producción de vehículos eléctricos y ha publicado la lista de modelos nuevos afectados por la manipulación de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), que son 430.000 unidades.
"Necesitamos una producción de baterías en Alemania. Esta es la tecnología clave de la movilidad eléctrica", dijo el director de Marcas de Volkswagen, Herbert Diess, en una entrevista a la agencia alemana Dpa.
El ministro de Economía y vicecanciller alemán, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, se reunirá el martes en la fábrica de Daimler en Gaggenau (Baden-Württemberg) con el jefe del comité de empresa de Daimler, Michael Brecht; el de VW, Bernd Osterloh y el de Porsche, Uwe Hück, para hablar de la movilidad eléctrica.
La mayor parte de los vehículos en los que Volkswagen ha manipulado las emisiones de CO2 son del año 2016, 430.046 de los 800.000 automóviles, y están en los concesionarios. Volkswagen ha publicado recientemente la lista de los vehículos críticos afectados por la manipulación entre los que se encuentran 15.733 vehículos de la marca Audi, 32.161 de la marca Seat, 83.282 de Skoda, 281.617 de Volkswagen y 17.253 unidades de los vehículos comerciales, en total 430.046 unidades.
De la marca Audi están afectados el Audi A1 y el A1 Sportback. De la marca Seat: el Seat Ibiza (5 y 3 puertas), el Seat Ibiza Sport Tourer, el Seat Toledo, el Seat León, el Seat León SC y el Seat León Sport Tourer.
De la marca Skoda: el Fabia, el Skoda Fabia Combi, el Skoda Rapid Spaceback, el Skoda Rapid, Skoda el Yeti, el Skoda Octavia, el Skoda Octavia Combi, el Skoda Superb y el Skoda Superb Combi.
También se encuentran numerosos modelos de la marca Volkswagen: VW Polo, el Tiguan, el Jetta, el Scirocco, el Golf Cabriolet, el Golf, el Golf Variant, el Golf Sportsvan, el Touran, el VW CC, el Passat, el Passat Variant, el VW Caddy y el VW T6. La mayor parte de ellos llevan un motor diésel inyección TDI y otros, aunque menos, un motor de gasolina TSI y TFSI.
Volkswagen ha dicho que las autoridades competentes han sido informadas y también los importadores y socios de ventas. La compañía alemana quiere que la Oficina Federal de Transporte Automovilístico (KBA, en sus siglas en alemán) supervise las nuevas emisiones de CO2 que Volkswagen determine.
Al igual que con los vehículos diésel afectados por la manipulación, los clientes podrán saber si su vehículo está afectado a través del número de identificación del vehículo en las páginas web de cada marca en cada país. Volkswagen mantiene la intención de asumir el coste del pago de impuestos más elevados en los vehículos que emiten más CO2.