Los mayores bancos de todo el mundo, los treinta considerados sistémicos, entre ellos el Banco Santander, deberán contar desde el 1 de enero de 2019 con un colchón anticrisis que cubra un 16% de sus activos ponderados por riesgo, según ha establecido este lunes el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB).
El documento conocido este lunes indica también que, a partir del 1 de enero de 2022, este porcentaje, conocido como TLAC -acrónimo de "total loss absorbing capacity"- debe alcanzar un 18%.
Asimismo, establece que el ratio de apalancamiento o "leverage ratio exposure" (LRE) -obtenido tras dividir su capital entre sus activos totales, o relación entre el capital de máxima calidad y el total de la inversión- debe ser del 6% desde el 1 de enero de 2019, y del 6,75% a partir de 2022.
En España, sólo el Santander figura entre los 30 bancos de importancia sistémica mundial (G-SIB), ya que el pasado 3 de noviembre el FSB acordó excluir a BBVA. Estos requerimientos coinciden exactamente con los que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) acordó la semana pasada aplicar a sus ocho bancos domésticos considerados sistémicos.