El pleno extraordinario celebrado esta semana en el Ayuntamiento de Madrid ha puesto encima de la mesa las enormes dificultades que siguen enfrentando los empresarios de la capital a la hora de hacer negocios.
La portavoz del Partido Popular, Esperanza Aguirre, tomó la palabra para apuntar que "la principal misión del Ayuntamiento no es crear empleo de manera directa, sino favorecer que se den las condiciones para que las empresas lo hagan. No hay que entorpecer la acción de aquellos madrileños que con su talento y su coraje quieren poner en marcha la creación de trabajo".
En esta línea, Aguirre apuntó que en su desayuno con la alcaldesa comprobó que la propia Carmena "cree que no hay que molestar a los emprendedores con trabas innecesarias. Por eso creemos que es necesario trabajar para modificar todas las normas que dificultan y entorpecen la tarea de quienes crean empleo".
Aguirre defendió que "es importante partir del convencimiento de que hay que ayudar a los empresarios. Para eso, tenemos que eliminar la maraña de requisitos que se les impone y asegurarnos de que el Ayuntamiento cumple con los plazos previstos. El exceso de normas y de intervencionismo perjudica la creación de empleo, generando un caldo de cultivo para la arbitrariedad y la corrupción".
La dirigente popular denunció que "hay negocios de hostelería que esperan años para iniciar su actividad o poner una terraza. La normativa les obliga a vivir en una permanente irregularidad". Además, se quejó del excesivo intervencionismo de las normas municipales en diversos ámbitos:
Se prohíbe que los locales tengan televisores de más de 29 pulgadas o que emitan videoclips musicales en sus pantallas. A los restaurantes se les limita su capacidad a 90 comensales, con el ridículo de que si se fusionan dos locales contiguos no suman 180, sino que siguen en 90.
Otro caso digno de mención es el de la normativa de protección del Medio Ambiente, claro ejemplo de que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. Pensemos, por ejemplo, en como afecta esta normativa al Caso Tribal. Esta organización quería ayudar a renovar la calle Ballesta. Muchos locales dedicados a la prostitución fueron reemplazados por negocios que ayudaron a recuperar la zona. Sin embargo, la normativa impide que ese proyecto siga creciendo, porque le pone un tope al número de restaurantes que puede haber en la zona.
Cs defiende una Administración eficiente
Por su parte, la portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís, denunció que "la maraña de regulaciones municipales que aprobó el PP hace muy compleja la actividad económica" y destacó que la línea de su formación "es depurar normativa. Ese punto toca nuestra fibra, lo promovemos como un elemento esencial en nuestro programa para Madrid. Muchos de nosotros venimos de enfrentarnos con todo ese entramado desde el sector privado. Parece que se mide la capacidad de reformar "al peso": cuántos kilos de BOE y cuántos kilos de normas se han aprobado...".
Villacís denunció que en la capital de España "hay casi 50 ordenanzas que condicionan la vida económica de Madrid. A eso se suman otras tantas instrucciones, así las tasas y las como comisiones de todo tipo. Ese estatismo administrativo va muy por detrás de las necesidades de la sociedad. El resultado son normas que no son claras ni accesibles, por lo que ni se entienden ni se cumplen de manera sencilla".
El partido naranja se quejó de que "la arbitrariedad tiene un peso demasiado importante" en las reglas que aprueba el Ayuntamiento. Además, Villacís denunció que "todo el esfuerzo de los emprendedores puede acabar enterrado en la mesa de un técnico municipal que incluso puede manifestar un criterio contrario al que les ha mostrado otro trabajador del Ayuntamiento. Al final todo eso genera abandono".
La portavoz de Ciudadanos se quejó de que "en vez de aligerar la norma, lo que se ha venido haciendo es crear nuevos entes para intentar explicar una batería de medidas que nadie entiende. No sería necesario crear "Madrid Emprende" si se pudiese emprender sin problemas... Al final, vamos sumando leyes y leyes, el resultado es que lo único que pasa es que seguimos obstaculizando la creación de empresas y puestos de trabajo".
Villacís dio ejemplos concretos de esta situación:
La última ordenanza de terrazas modificó el articulado de cinco otras ordenanzas: la de medio ambiente, la de venta ambulante, la de comercio minorista de alimentación, la de quioscos de prensa y la de mercados municipales. Con tantos cambios lo único que hacemos es causar una indefensión para el ciudadano, cambiando continuamente el marco normativo y creando un "cepo legal" bajo el cual parece que hagamos lo que hagamos, podemos ser sancionados.
Aunque Villacís saludó que se anuncie un grupo de trabajo para abordar estas medidas, también advirtió que "la generación de comisiones y grupos de trabajo es inversamente proporcional a los resultados que consiguen. No me gustaría que en unos meses nos encontremos con que no se ha avanzado nada".