Ya es oficial. Carmena quiere quedarse con el negocio de los muertos de Madrid. En honor al programa económico de su partido, que planteaba "remunicipalizar" bienes y servicios públicos vendidos o cedidos al sector privado, el Ayuntamiento de la capital se ha propuesto recuperar la gestión de los servicios funerarios y de los cementerios en la capital.
Lo hará mediante la constitución de una empresa "cuyo capital sea íntegramente municipal", ha explicado el Ayuntamiento madrileño en un comunicado.
A Carmena no le será difícil hacerse con el 100% de la Funeraria ya que en septiembre de 2016 vence la concesión, de modo que volverá automáticamente a manos del Consistorio en caso de no extender o renovar el contrato.
Fue en diciembre de 1992 cuando el Ayuntamiento dejó en manos de Funespaña, la primera empresa del sector de pompas fúnebres del país, el 49% de sus acciones. La privatización se llevó a cabo por la irrisoria cifra de 100 pesetas. Actualmente, la compañía de seguros Mapfre ostenta el 81% del capital de Funespaña.
El Ayuntamiento no ve problemas de legitimidad en la remunicipalización y recuerda que el artículo 24 de los Estatutos Sociales de la Funeraria establece que "al extinguirse la Empresa Mixta … revertirá todo su activo y pasivo al Excmo. Ayuntamiento de Madrid, quedando éste como dueño absoluto, en pleno y exclusivo dominio de todos los bienes de la sociedad y careciendo los restantes accionistas del derecho a participar de la cuota de liquidación de aquella".
Para el gobierno de Ahora Madrid, "el artículo 24 recalca la legitimidad de la Administración municipal a recibir la totalidad de la empresa en el momento de su desaparición. Dicha disolución se producirá de forma automática el 16 de septiembre del próximo año".
Respecto al presupuesto de Funeraria para 2016, se prevé una cifra de negocios hasta el 16 de septiembre de 36,5 millones de euros y un beneficio de 1,2 millones.
Según El Diario, Funespaña está negociando con el Ayuntamiento para que, al menos, sea liquidada con algún tipo de contraprestación ya que considera que los estatutos son contrarios al reglamento de Servicios de las Corporaciones locales. Así, es posible que Carmena se tenga que ver las caras con la empresa en los tribunales.
Según el Ayuntamiento, la Funeraria requiere un "modelo de gestión pública alejado de intereses económicos y especulativos y que permita una despedida de los seres queridos respetando las singularidades y la diversidad cultural de nuestra sociedad". La parte más insólita del comunicado es en la que aseguran que lo que pretende su plan es garantizar "un buen morir" a toda la población.