El cierre de Ramses disparó las alarmas. Como explicó Libre Mercado, el Ayuntamiento de Madrid parece haber iniciado su particular "guerra contra las terrazas" del céntrico Barrio de Salamanca. En esta línea, el consistorio habría actuado contra ocho locales más a lo largo de las últimas semanas.
Libre Mercado ha tenido la oportunidad de conversar con uno de los negocios afectados por estos cierres. "Es cierto. Hemos sido expedientados, la terraza está precintada y no la podemos usar", señalan los afectados.
El motivo que alegaron las autoridades tiene que ver con los permisos. "Llevamos cuatro años pidiendo la licencia correspondiente al Ayuntamiento, pero la Administración local funciona como un gran elefante, incapaz de gestionar de manera rápida y efectiva las solicitudes que le hacemos quienes solamente queremos trabajar, crear empleo y ganarnos la vida", apuntan.
La terraza en cuestión ha sido precintada. Al parecer, dicho procedimiento "fue ejecutado por la Agencia de Actividades y no por la Junta de Distrito, que según entendemos es la instancia que tiene competencia para hacerlo".
De mal a peor
Los responsables del local se quejan de que "durante los años de gobierno del PP, la situación ya era complicada, pero desde el Ayuntamiento se entendía que el retraso de las Administraciones Públicas no puede impedir que los negocios de la ciudad sigan funcionando. El concejal de distrito nos recibía y se interesaba por la situación".
Esta situación choca con el nuevo escenario político. "Ahora han decidido darnos carpetazo, y para hacerlo alegan "fallos" que son tan absurdos como subsanables... Cambiar un tipo de puerta, por ejemplo, es motivo suficiente para pararlo todo". Esta situación alimenta "una enorme frustración, porque los plazos que estamos asumiendo son ridículos. Incurrimos en distintos gastos para plantear proyectos viables que luega se quedan en el limbo".
Como denuncian los empresarios afectados, "ahora nos mandan todos los días a la Policía para pedirnos papeles. El resultado es que perdemos mucho tiempo en hora punta y además dejamos una imagen que no es la más agradable para los clientes".
Esta "actitud agresiva, sin decoro alguno" de la Administración local va de la mano con el negocio perdido. "Podríamos estar ganando entre un 40% y un 80% más, eso ayuda a mantener a flote una empresa, a crecer, a crear empleo... pero así es imposible funcionar", concluyen.