La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado una batería de amortizaciones anticipadas de deuda que había diseñado el anterior Ejecutivo municipal. De esta forma, Manuela Carmena y los suyos ponen su firma a distintas medidas de "austeridad" desarrolladas por el gabinete de la ex alcaldesa Ana Botella.
Desde el Ayuntamiento han querido desmarcarse de esta decisión, afirmando que "las amortizaciones vienen determinadas por decisiones tomadas antes de la entrada del actual equipo de gobierno municipal". De hecho, Ahora Madrid ha prometido que, "en adelante, los remanentes de tesorería se destinarán a necesidades sociales".
No había alternativa
Desde el gobierno local defienden que el Área de Economía y Hacienda que dirige el polémico concejal Carlos Sánchez Mato "ha completado un análisis financiero detallado" de estas operaciones, cuyo ahorro hasta finales de año liberará recursos por valor de 32 millones de euros. Según el gobierno de Ahora Madrid, dar luz verde a estas operaciones "es un ejercicio de responsabilidad de gobierno".
Fuentes consultadas por Libre Mercado apuntan que, en realidad, lo que hizo Sánchez Mato fue valorar si era posible eludir la aprobación de estas operaciones. Sin embargo, la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera no deja margen de maniobra, por lo que el Consistorio se ha visto obligado a cumplir con lo que el PP había dejado aprobado en el Plan de Ajuste 2013-2018.
En cualquier caso, los de Carmena afirman que son "conscientes del coste de oportunidad" que supone tomar esta decisión e incluso afirman que "es necesario afrontar otras necesidades más importantes para la ciudadanía y prioritarias en el futuro presupuestario del Ayuntamiento".
La sostenibilidad de la deuda
Añadir estas amortizaciones a las que ya se habían aprobado permitirá que la deuda pública de la Villa y Corte baje hasta los 4.600 millones de euros. A lo largo de 2015, la reducción del pasivo municipal será superior a los 1.058 millones de euros.
Estas medidas de "austeridad", diseñadas por el anterior gobierno popular, reducirán la deuda viva del consistorio un 18,7%. En suma, la ratio de endeudamiento versus ingresos corrientes se situará en el 111%, cerca del 110% que había marcado el Plan de Reducción de Deuda aprobado por Botella para 2013-2018.