La salida del euro, deslocalización de empresas, caída de las inversiones, pérdidas de puestos de trabajo… La lista de las consecuencias económicas que tendría el desafío independentista para Cataluña crece a pocos días de las elecciones.
Además, la secesión conllevaría la salida inmediata de la región presidida por Mas de los principales organismos internacionales, como las Naciones Unidas, la OMS o la UE.
Dentro la Unión Europea, la Política Agrícola Común (PAC) es una de las actuaciones principales, así como las subvenciones que otorga a los agricultores y ganaderos europeos, que son de las más cuantiosas.
En concreto, entre 2007 y 2013, Cataluña ha recibido en el marco de la PAC un total de 3.022 millones de euros, según datos del Ministerio de Agricultura. De esa cifra, 2.222 millones de euros correspondieron a ayudas directas y 800 millones fueron destinados al desarrollo rural.
Tal y como advirtió la Ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, en Es la Mañana de Federico de esRadio, en el caso de que se declarase independencia, los payeses catalanes dejarían de recibir cualquier tipo de ayuda "desde el día siguiente" de la separación debido a que este tipo de subvenciones sólo se dirigen a territorios comunitarios. Y la cifra no es baladí, porque se trata de 430 millones de euros anuales.
Por tanto, los cerca de 70.000 agricultores y ganaderos que operan en Cataluña verían reducidos sus ingresos en unos 3.000 millones euros en los próximos siete años, según cálculos de Agricultura. Y es que el desafío separatista supondría un atentado considerable a las rentas ganaderas, ya que las ayudas europeas representan entre un 25 y un 30% de sus renta anuales.
Los productos, fuera del territorio común
Pero los agricultores catalanes no sólo verían desaparecer las subvenciones. La UE constituye una unión aduanera en la que existe una libre circulación de productos de la que no se beneficiarían los productos de Cataluña, según la normativa actual.
De producirse la separación, las exportaciones catalanas se enfrentarían a los derechos y los aranceles aduaneros, entre otras restricciones. Esta situación, supondría un grave problema para el sector agroalimentario catalán, ya que en el año 2013 el 75% de los bienes que vendió al exterior se dirigió al mercado europeo.
Más datos. Cataluña es uno de los principales productores de porcino y de frutas y hortalizas de España. Estos sectores representan más de la mitad del valor de la producción agraria en la Comunidad Autónoma. El porcino supone el 35% y las frutas y hortalizas, el 25%.
Ambos se verían seriamente dañados en una Cataluña independiente, porque 8 de cada 10 kilos de carne de porcino que exporta Cataluña en la actualidad tienen como destino la Unión Europea. Por otro lado, el porcentaje de las exportaciones de fruta producida en Cataluña que va a parar a la Unión Europea es el 79%. Estos escenarios supondrían un auténtico drama para el sector agroalimentario catalán.